Existen cuatro bursas diferentes en el hombro, de las cuales la que más suele lesionarse es la bursa subacromial, por lo que la bursitis de hombro frecuentemente se denomina bursitis subacromial.
Las bursas del hombro cumplen la importante función de evitar el roce entre los huesos del hombro y los tendones del manguito rotador...
¿Qué origina la bursitis subacromial?
Una bursitis de hombro generalmente se produce por la realización de movimientos repetitivos, al ser una articulación tan móvil, es común que las personas se excedan durante la realización de algunas actividades, ocasionando con esto una inflamación de esta estructura.
Otras causas podrían estar relacionadas con características especiales de cada paciente, como podría ser una inclinación muy acentuada del acromion hacia abajo, la cual puede generar una inflamación dela bursa, otros factores asociados a su aparición son:
- Trastornos degenerativos o de envejecimiento
- Traumatismos o golpes directos en el hombro
- Algunas alteraciones posturales en las que la bursa podría resultar comprimida
¿Cuáles son los síntomas de una bursitis de hombro?
Las manifestaciones clínicas de una bursitis de hombro comienzan con un leve dolor en el hombro que va incrementando progresivamente con la movilidad del mismo hasta llegar a impedir la realización de actividades de la vida cotidiana. Otros síntomas presentes en esta afección podrían ser:
- Restricción de la movilidad del hombro
- Molestias nocturnas
- Debilidad del brazo
- Inflamación de la articulación
¿Cuál es el tratamiento para la bursitis de hombro?
El tratamiento médico para la bursitis de hombro suele ser conservador, consiste en la prescripción de medicamentos antiinflamatorios, analgésicos y relajantes musculares acompañados de órtesis que restrinjan el movimiento, en casos más graves en que este abordaje no surta los efectos esperados se aplicaran tratamientos más invasivos como infiltraciones de corticosteroides que ayuden a disminuir el dolor y la inflamación, punción o drenaje de la zona inflamada o la cirugía, la cual consiste en drenar quirúrgicamente la bolsa sinovial inflamada.
La fisioterapia, por su parte, juega un papel fundamental en el tratamiento de la bursitis de hombro, este tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y recuperar la funcionalidad de este segmento corporal.
Inicialmente, el tratamiento se basará en el control de los síntomas, para lo cual será necesario cierto reposo con el cual se evitará generar más irritación de la bursa, algunas de las técnicas más utilizadas son:
- Crioterapia.
- Electroanalagesia.
- Terapia manual.
- Reeducación postural.
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.