Desde los 9 años le han diagnosticado a mi hijo una espondilolisis bilateral L5 y espondilolistesis secundaria GI-II .
A los 9 años el niño se cae en el colegio, tras la caída en el colegio el niño no comenta nada en casa, pero por la tarde comenzó un dolor fuerte en la espalda. Días posteriores se le paralizaron las piernas durante unos minutos y ocasionalmente le duelen las piernas. Siempre hemos pensado que era del crecimiento para no darle importancia al problema tal y como lo planteaba la pediatra, sin embargo, el desarrollo del niño sin actividad, le genera cierta obesidad, estar inestable y descoordinado al andar, como si no controlara su cuerpo y muy poca flexibilidad. Destacar que con 11 años mide 1,60 cm y pesa unos 59 kg aproximadamente.
Dentro de los síntomas que presenta se encuentran:
-Dolor de piernas
-Dolor de espalda.
-Paralización de las piernas (solo una vez)
-Dolor abdominal y testicular (desconozco si afecta a esto o no)
-Espalda hacia adelante.
-Poco movimiento y por lo tanto nada ágiles, como si le costara moverse.
La pediatra no pareció darle importancia, y no comprendí bien el significado de la dolencia, sin embargo en la revisión de los 11 años parece que la situación no ha mejorado, se mantiene y recomiendan no coger pesos, no hacer deportes... pero si ejercicios y la verdad que entiendo que alguna actividad física debería realizar como niño que es.
Por otro lado dados los antecedentes de su padre, que tiene una chapa en la espalda (creo que por la misma dolencia y desencadenando un agravamiento de su situación tras una caída en bici, llegando a tenerle que soldar una chapa en la espalda y generando esto una fijación absoluta en la columna sin movilidad en la zona baja).
Me gustaría saber que puede hacer y que no para evitar perjuicios en su desarrollo además de conocer alternativas preventivas para conseguir una estabilización del deterioro.
Un saludo
Muchas gracias
Tanto la espondilolisis como la espondilolistesis en la edad de crecimiento de niños y adolescentes aumenta el riesgo de fractura por estrés, por lo que la realización de actividades deportivas como fútbol, gimnasia, basketball u otros deportes que requieren de una gran demanda corporal para su desarrollo no están indicados en estos casos.
Por otra parte la natación y los ejercicios tanto de estiramiento como de fortalecimiento muscular son parte esencial en el proceso de tratamiento de estas patologías, de esta manera se logrará mantener una buena posición de la columna lumbar para evitar la tendencia al deslizamiento vertebral
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