Practico ciclismo y desde hace un par de semanas empecé a notar molestias y algunos dolores en la zona del hueso isquion izquierdo.
Estuve una semana de reposo aplicando Flogoprofen para intentar desinflamarlo, por si se trata de algún músculo o tendón inflamado.
Una semana y media después volví a salir con la bici y al principio a penas notába nada, pero al cabo de unos 40 o 50 km volví a notar las molestias.
Hoy he vuelto a comparar ambos isquiones y a simple vista el izquierdo se ve que sobresale más que el derecho en posición agachado o sentado. El dolor únicamente lo noto al sentarme en el sillín de la bici. Al tocar con los dedos y presionar los dos isquiones, el izquierdo se nota más prominente que el derecho, pero en ambos casos se notan los huesos del mismo modo, sin nada que diferencie al tacto uno del otro.
En el día a día no siento molestias, ni al sentarme en una silla, ni al caminar o hacer movimientos y estiramientos con la pierna.
No sé qué puede ser.
Una contractura muscular consiste en la pérdida de la capacidad del músculo para relajarse, es decir, una contractura consiste en un espasmo muscular, el músculo está contraído en el tiempo de manera involuntaria. La contractura muscular es un acto de defensa del músculo ante situaciones que son estresantes para él, es decir, situaciones que generan sobreesfuerzo.
Entre los estiramientos para realizar en los isquiotibiales encontramos de varios tipos: Los estiramientos analíticos y los estiramientos y los estiramientos globales. A continuación, hablaré sobre cada uno de ellos.
Para el primer estiramiento es necesario tener a la mano una cincha. La posición en la que debemos estar es acostados boca arriba en una camilla. Tomamos la cincha y la pasamos justo en la zona de los metatarsianos en el pie. Realizamos una elevación de la pierna con extensión de rodilla, al mismo tiempo que hacemos tensión hacia nosotros con la cincha. Si mantenemos la rodilla ligeramente flexionada logramos doblar más la cadera y aislar el estiramiento sólo a los isquiotibiales; en cambio, si mantenemos la extensión de rodilla logramos estirar toda la cadena posterior. Otra variante es dejar caer la pierna que no estamos estirando por fuera de la camilla, para así generar una lordosis que produzca una tensión previa en el origen del músculo en la pelvis.
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