En la actualidad uno de los hechos más significativos a nivel social y demográfico es el aumento de la esperanza de vida, lo que provoca que la tendencia sea cada vez más, a llegar a edades más longevas. Este hecho, es sin duda gracias a los avances de la medicina y del conocimiento social, acerca de muchas patologías que nos afectan en edades avanzadas
Pero ahora, la preocupación, no sólo va encaminada hacia la longevidad, si no, la calidad de vida para disfrutar de un envejecimiento sano y activo.
Envejecimiento
El concepto de envejecimiento activo nace a finales del siglo XX cuando la OMS lo define como: “el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”. Dicho de otro modo, se trata de mejorar y prevenir afecciones físicas y psíquicas, para que la persona sea independiente y pueda participar de manera activa en la sociedad.
El envejecimiento es un proceso multifactorial que se caracteriza por la pérdida progresiva de las capacidades funcionales, psicológicas y sociales. Todo ello, puede incidir en la calidad de vida de las personas en su autonomía personal y en la solvencia a la hora de realizar las actividades de la vida diaria.
En muchos casos, una actuación temprana y preventiva y en algunos casos rehabilitadora, puede incidir de manera muy exitosa en las habilidades motrices y cognitivas de la población que se encuentra en este proceso, provocando una enlentecimiento del envejecimiento y/o recuperación y restablecimiento de afecciones prolongadas en el tiempo que afectan a su calidad de vida.
Es por ello, que la fisioterapia, se hace indispensable en un envejecimiento activo, ya que son los profesionales sanitarios dirigidos hacia la prevención y alivio de los trastornos del movimiento que pueden provocar limitaciones funcionales o incluso dependencia.
¿Cómo ayuda la fisioterapia en el envejecimiento activo?
El fisioterapeuta tiene como objetivo principal en el envejecimiento activo, reducir el grado de invalidez, discapacidad o dependencia de las personas que se incluyan dentro de este proceso, e insertarlas en el conjunto de la sociedad, manteniendo la autonomía y funcionalidad y mejorando su calidad de vida.
A nivel más específico la fisioterapia puede ayudar en varios aspectos:
Cardio-vascular
- Prevención y/o mejora de las condiciones cardio-respiratorias
- Evitar enfermedades cardio-vasculares
- Evitar la hipertensión arterial
- Evitar la arterioesclerosis
- Evitar la obesidad y favorecer la pérdida de peso
- Mejora de la diabetes y el colesterol
- Mejora del gasto cardíaco y la frecuencia cardíaca máxima
- Mejora de la resistencia
- Mejora de la oxigenación.
Músculo-esquelético
- Disminuir el grado de dolor
- Disminuir la rigidez articular, mejorando la flexibilidad
- Mejora y disminución de la osteoporosis
- Mejora de la sintomatología artrósica y artrítica.
- Mejora la movilidad
- Potenciación muscular, aumentando la masa muscular.
Funcional
- Mantenimiento, restauración y/o reeducación de funciones de la vida diaria
- Mejora de la calidad de la marcha
- Mejora del equilibrio, la coordinación y la propiocepción
- Evitar posibles caídas
- Mejora de la agilidad
- Mejora del rendimiento al esfuerzo
- Prevención de incontinencias urinarias
- Proporcionar seguridad en la realización de actividades de la vida diaria
- Regular trastornos del sueño
- Mejora de la ergonomía.
Psico-social
- Mejora la autoestima y de la confianza en sí mismo
- Evitar estrés, tensión nerviosa y ansiedad
- Disminuye la depresión
- Estimulación a nivel cognitivo
- Mejora de la capacidad de atención y concentración
- Contribuir al equilibrio afectivo
- Mejora de la sensación de bienestar y calidad de vida.
Programa de ejercicio físico
Con el fin de conseguir todos los beneficios mencionados anteriormente, el fisioterapeuta, hará uso de técnicas específicas de rehabilitación y de un programa de ejercicio físico, como medio de prevención o ralentización del envejecimiento.
Para ello se diseñará un programa de ejercicio físico activo, personalizado, donde se tendrá en cuenta sus antecedentes clínicos, sus patologías, su medicación, y el estado cardio-respiratorio, músculo-esquelético, funcional y cognitivo.
El programa incluirá actividad de potenciación muscular, actividades de flexibilización y ejercicio aeróbico con una intensidad del 70% de la frecuencia cardíaca máxima.
Es recomendable, realizar de tres a cinco sesiones semanales con una duración de entre 30 y 60 minutos.
El ejercicio será rítmico dinámico y global, de forma que favorezca el trabajo de grandes grupos musculares y adecuado en intensidad y duración a la capacidad de la persona.
Dentro de este programa se podrán incluir actividades como el yoga, caminar, la natación, aquagym, la bicicleta, entre otros muchos.
Conclusiones
- El envejecimiento de la población es una realidad social, por lo que se debe de trabajar, aparte de por la longevidad, por el envejecimiento con calidad de vida.
- La fisioterapia es una disciplina que ayuda de manera eficaz a proporcionar un envejecimiento activo a todas las personas que se encuentren dentro de este proceso, ofreciéndole una gran variedad de beneficios.
- Un programa de ejercicio físico, es una herramienta muy eficaz para ralentizar, en la medida de lo posible, el envejecimiento de las personas.
- El fin que persigue la fisioterapia en el envejecimiento activo, es mantener las capacidades físico-funcionales y cognitivas por el mayor tiempo posible, para ofrecer a las personas, un estado de bienestar y confort, reduciendo la invalidez y dependencia y proporcionándoles la máxima calidad de vida.