¿Qué es la epicondilitis o codo de tenista?
La epicondilitis lateral, también conocida como codo de tenista, es una afección que provoca dolor en la parte externa del codo debido a la inflamación de los tendones que se insertan en el epicóndilo lateral, una prominencia ósea en la parte distal del húmero. A pesar de su nombre, no solo los tenistas sufren de esta condición; cualquier actividad que implique movimientos repetitivos del brazo o la muñeca puede desencadenar la epicondilitis.
El codo de tenista es el resultado de una sobrecarga repetitiva de los tendones de los músculos extensores del antebrazo, lo que genera microlesiones y degeneración del tejido, causando dolor y limitación funcional.
Causas de la epicondilitis
La epicondilitis es provocada por la acumulación de pequeñas lesiones en los tendones que se insertan en el codo. Estas microlesiones se deben principalmente a movimientos repetitivos que sobrecargan los tendones, provocando inflamación y dolor crónico. Por otra parte, existen causas viscerales que provocan este dolor en el codo y que el mismo perdure de manera crónica, aún después de realizar muchos tipos de tratamiento.
Sobrecarga mecánica y movimientos repetitivos
Una de las principales causas de la epicondilitis es la sobrecarga mecánica, que ocurre cuando los tendones del antebrazo, encargados de extender la muñeca y los dedos, se ven sometidos a un esfuerzo repetitivo y prolongado. Esto es común en deportes como el tenis, el pádel o el golf, pero también puede afectar a personas que realizan tareas manuales de manera repetitiva, como escribir en el teclado, pintar, o levantar objetos pesados.
En estos casos, los movimientos repetitivos generan tensión excesiva en los tendones extensores, lo que provoca pequeñas roturas en las fibras tendinosas, y con el tiempo, inflamación y dolor en el codo.
Factores biomecánicos y posturales
Además de la sobrecarga repetitiva, existen factores biomecánicos y posturales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar epicondilitis. Por ejemplo, una mala técnica al practicar deportes de raqueta, un agarre inadecuado de herramientas o la debilidad en los músculos del hombro y el antebrazo pueden contribuir a una sobrecarga en el codo.
Otro factor predisponente es la falta de flexibilidad en los músculos del antebrazo, lo que provoca una tensión constante en los tendones. Además, las personas con desequilibrios musculares en la muñeca, el codo o el hombro tienen mayor riesgo de sufrir esta afección.
Síntomas de la epicondilitis
Los síntomas más comunes de la epicondilitis incluyen:
- Dolor en la parte externa del codo: este es el síntoma más característico, que puede empeorar con el uso de la mano o el antebrazo, como al agarrar un objeto o levantar algo.
- Debilidad en el antebrazo y la muñeca: las personas con epicondilitis pueden experimentar una sensación de debilidad en el brazo afectado, lo que dificulta actividades cotidianas como abrir una puerta o sostener una taza.
- Dolor al realizar movimientos repetitivos: el dolor se incrementa al realizar actividades que implican el uso repetido de la muñeca o el codo, como escribir, levantar objetos o jugar al tenis.
- Sensibilidad al tacto en la zona del epicóndilo: presionar la parte externa del codo puede causar dolor agudo debido a la inflamación de los tendones.
Tratamiento fisioterapéutico de la epicondilitis
El tratamiento de la epicondilitis se basa en aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la función de los tendones afectados. La fisioterapia integrativa juega un papel fundamental en la recuperación de los pacientes, combinando técnicas manuales, ejercicios de fortalecimiento y otras terapias no invasivas.
Terapia manual
La terapia manual es una de las herramientas más eficaces para el tratamiento de la epicondilitis. A través de técnicas como la liberación miofascial y el masaje de fricción profunda, se trabaja sobre los músculos extensores del antebrazo para liberar la tensión acumulada y mejorar la circulación en la zona afectada.
Además, las movilizaciones articulares del codo y la muñeca ayudan a mejorar la movilidad y a reducir la rigidez, lo que permite una mejor recuperación del tendón. En algunos casos, se puede emplear electroterapia o ultrasonido terapéutico para reducir la inflamación y acelerar la regeneración de los tejidos tendinosos.
Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento
El fortalecimiento de los músculos del antebrazo y la muñeca es esencial para recuperar la funcionalidad del codo y prevenir futuras recaídas. A continuación, algunos ejercicios recomendados:
- Extensiones de muñeca con resistencia: este ejercicio ayuda a fortalecer los músculos extensores del antebrazo. Coloca el antebrazo sobre una mesa con la palma hacia abajo y un pequeño peso en la mano. Flexiona la muñeca hacia abajo y luego vuelve lentamente a la posición inicial. Realiza varias repeticiones.
- Estiramientos de los músculos extensores: estira el brazo afectado frente a ti con la palma hacia abajo. Usa la otra mano para empujar suavemente los dedos hacia atrás, estirando la parte superior del antebrazo. Mantén el estiramiento durante 15-30 segundos y repite varias veces al día.
- Fortalecimiento excéntrico: este tipo de fortalecimiento es particularmente útil para tratar las tendinopatías. Sostén un peso pequeño en la mano y deja que la muñeca caiga hacia abajo. Usa la otra mano para levantar la muñeca y luego baja lentamente el peso, controlando el movimiento. Este ejercicio ayuda a fortalecer el tendón de manera controlada y efectiva.
Es importante realizar estos ejercicios de manera progresiva y con la supervisión de un fisioterapeuta para evitar sobrecargas o lesiones adicionales.
Cómo prevenir la epicondilitis
Prevenir la epicondilitis es posible mediante la adopción de algunas medidas que ayuden a reducir la tensión en los tendones y a evitar la sobrecarga del codo:
- Calentamiento previo a la actividad: antes de realizar deportes de raqueta o tareas repetitivas, es fundamental realizar un calentamiento adecuado que incluya estiramientos de la muñeca, el codo y el antebrazo para preparar los músculos y los tendones para el esfuerzo.
- Mejora de la técnica deportiva: en deportes como el tenis o el pádel, es importante corregir la técnica para reducir el estrés sobre el codo. Asegúrate de usar el equipo adecuado, como raquetas con un buen agarre y el peso correcto, para evitar una tensión innecesaria en los tendones.
- Fortalecimiento y estiramientos regulares: mantener fuertes y flexibles los músculos del antebrazo y del hombro es clave para prevenir la epicondilitis. Incluir ejercicios de fortalecimiento y estiramientos en tu rutina de ejercicios puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones.
- Descanso y cambios en la actividad: si realizas movimientos repetitivos con frecuencia, es importante alternar las tareas y tomar descansos regulares para evitar la fatiga en los tendones. Cambiar las herramientas o el equipo para mejorar el agarre también puede ser beneficioso.
Conclusión
La epicondilitis o codo de tenista es una afección dolorosa que afecta a muchas personas que realizan movimientos repetitivos con el brazo o la muñeca. Sin embargo, mediante un enfoque adecuado basado en la fisioterapia integrativa, es posible aliviar el dolor, mejorar la función del codo y prevenir futuras recaídas. En Fiit Concept, trabajamos con técnicas manuales, ejercicios terapéuticos y recomendaciones para prevenir la sobrecarga tendinosa.
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