La Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®) es una técnica de fisioterapia (1) que surge como respuesta a los problemas que se producen en el tratamiento de las tendinopatías. La EPI® es una técnica en la que se aplica una corriente eléctrica continua que activa mecanismos moleculares y celulares de un tejido degenerado para poder producir una buena regeneración.
La EPI® es una herramienta de vanguardia, que se va incorporando en cada vez más clínicas de fisioterapia sobre todo de la mano del mundo del deporte. Recientemente pudimos ver un artículo de la recuperación con EPI® de David Villa en el diario Marca. Tiene importancia saber que la EPI® es una técnica que puede dar multitud de beneficios a cualquier paciente, no solo a deportistas.
La EPI® funciona a través de la integración simultánea de cinco parámetros electrobiofísicos:
- Electrólisis
- Neuromodulación
- Desionización
- Efecto liófilo
- Sublimación
Estos parámetros, aplicados a un tendón o tejido blando musculoesquelético, logran disminuir la fase de tejido cicatrizal fibrótico y por tanto optimiza la regeneración de los tejidos.
No es posible aplicar la EPI® sin conocer de qué se trata la técnica, los objetivos que se pueden lograr con la EPI®, bajo qué paradigmas actúa la EPI®, las carcterísticas de un tendón (patológicas y clínicas), cómo se altera un tendón, qué efectos logra la EPI® sobre las tendinopatías, entre otras bases y fundamentos.
La EPI® es diferente de otros tratamientos (1) para las tendinopatías ya que:
- Trata localmente la lesión: gracias a los aparatos de ecografía incorporados con la EPI® se aplican de forma directa los parámetros de la EPI® sobre el tejido alterado y/o degenerado.
- Logra reparar el tejido afectado: el colágeno desestructurado en estos procesos de tendinopatía se corrige gracias a un nuevo proceso de proliferación del tejido que efectúa la EPI®.
- Es eficiente: las modificaciones en el tejido blando son inmediatas.
- Es altamente efectiva: respecto a los tratamientos convencionales de fisioterapia (ultrasonido, láser, técnica Cyriax, fibrolisis diacutánea, ondas de choque, etc.) o médicos (fármacos, infiltraciones o cirugía).
Se ha encontrado evidencia que con la EPI® se pueden tratar:
- Tendinopatías rotulianas crónicas
- Pubalgias
- Tendinopatías del semimenbranoso
- Tendinopatías de Aquiles
- Lesiones musculares
- Otros tejidos blandos
Anteriormente y hasta los años 90 se hablaba de todas las tendinopatías como tendinitis, en otras palabras, un proceso inflamatorio. A partir de los años 90 las investigaciones expusieron la no-presencia de neutrófilos (un tipo de glóbulos blancos) en los tendones tendinopáticos, sino que existía una degradación del colágeno y de las matrices celulares. Fue así como surgió el término tendinosis.
En la actualidad ninguna de las dos premisas expuestas es del todo cierta. Hoy en día entendemos que lo que existe es una respuesta celular inflamatoria asociada a una degeneración, la cual acuñamos con el término tendinopatía.
Jose Manuel Sánchez nos explica en este pequeño fragmento del vídeo "EPI - Tendinopatía rotuliana (parte 1)", cómo utilizar la EPI para tratar las tendinopatías.
Para reconocer una tendinopatía debemos enfocarnos en las características patológicas y clínicas.
Dentro de las características patológicas encontramos:
- Degeneración mucoide o de sustancia fundamental
- Degradación del colágeno
- Neovascularización patológica: vasos inervados por el sistema simpático
- Aumento de la cantidad de colágeno tipo III (colágeno de mala calidad) con respecto al colágeno tipo I
Dentro de las características patológicas encontramos:
- Dolor
- Hinchazón
- Déficit funcional
Esta clínica tiende a mantenerse durante mucho tiempo. El dolor y la hinchazón pueden aumentar hasta afectar significativamente la capacidad funcional de la persona que lo padece. Esto hace que muchos tengan que dejar de realizar las actividades que realizan día a día.
Se ha propuesto la siguiente teoría sobre el mecanismo de aparición de las tendinopatías (1): para que el tendón se vea afectado debe producirse una desregulación homeostásica en su estructura. Cuando a un tendón se le aplica una sobrecarga las células que conforman al tendón (tenocitos, macrófagos y monocitos) van a traducir la tensión en la fabricación y expresión/liberación de citocinas proinflamatorias y otras moléculas. Esto deriva en dos alternativas:
- Un proceso de regeneración correcto
- Un proceso degenerativo
Las tensiones constantes del tendón y la acumulación de las citocinas proinflamatorias hacen que se produzca el proceso degenerativo en el tendón. Se habla de una respuesta celular inflamatoria aberrante en los tres compartimientos del tendón tendinopático: compartimiento de infiltración, compartimiento estromal y compartimiento de inmunodetención. Si los tres compartimientos entran en este círculo vicioso de segregación de citosinas proinflamatorias como consecuencia de la sobrecarga mecánica se va a dar lugar a la presentación de un proceso degenerativo del tendón. Hay que destacar dos moléculas que podrían ser las precursoras de la anomalía de la respuesta inflamatoria: la IL-1β y el TNF- α.
La EPI® es una técnica creada por el fisioterapeuta José Manuel Sánchez Ibáñez, originariamente enfocada para el tratamiento de las tendinopatías en deportistas, pero que poco a poco ha ido extendiéndose hacia otras poblaciones. En este vídeo te presentamos una entrevista al propio José Manuel Sánchez, en la que explica de dónde sale la idea para crear la EPI®, la situación actual de los cursos de EPI®, por qué la EPI® funciona, las indicaciones y contraindicaciones de la EPI®, qué representa la EPI® para un fisioterapeuta y qué representa para el propio paciente.
En la actualidad, la EPI® cada vez está más avalada por la comunidad científica, y poco a poco se van publicando artículos de investigación demostrando los efectos y beneficios de esta técnica en muchos tejidos, no sólo en el tendón o en el músculo.
Sin embargo, siendo una técnica de vanguardia, aún queda mucho camino por recorrer tanto en la investigación como en el tratamiento. Indicaciones, dosis y aplicación de la EPI® en conjunto con otras técnicas adecuadas son ámbitos que deben profundizarse.
(1)https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1988885614000704?via%3Dihub