La Fisioterapia avanza mucho ciertamente, y cada vez es más común encontrar técnicas más complejas y destinadas a proporcionarnos herramientas con las que actuar sobre más y más patologías. Sin embargo uno de nuestros campos fundamentales es actuar sobre el dolor, y en ello creo que nuestra profesión es una de las más especializadas.
No hace mucho me encontré con la Neurodinámica, una técnica de movilización neural que si bien había escuchado hablar de ella, no había tenido el placer de aprender a utilizarla, y después de la experiencia quede encantado pues aunque a priori parezca simple, su complejidad radica en la comprensión teórica, anatómica y estructural de la patología que debemos tratar para llegar a la movilización precisa.
Por lo tanto para comprender que es y sobre que actúa la neurodinámica, debemos saber su parte teórica fundamental, EL DOLOR NEUROPATICO.
¿Qué es el dolor neuropático?
Según la teoría se trata de un dolor originado como consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial, a nivel periférico o central (Treede et al. 2008; Haanpa et al, 2011). El dolor neuropático no se relaciona con la activación de nociceptores, sino que aparece como consecuencia directa de una lesión del propio Sistema Nervioso, y su presencia carece de efecto protector o beneficiosos (Haanpaa et al.2011)
Dentro del dolor Neuropático encontramos dos tipos:
Dolor referido somático
Es un dolor nociceptivo mal proyectado. Su explicación, según la teoría de la convergencia, es que el dolor referido es un error en la proyección cerebral del dolor nociceptivo. (Randy Jinkins, 2004). Las vías nerviosas aferentes convergen en el Sistema Nervioso Central, lo que permite, ante un estimulo nocivo intenso, la confusión en la interpretación cerebral del origen del estimulo y su consecuente proyección somática fallida.
Dolor irradiado
Cuando la lesión del nervio periférico y sus raíces nerviosas constituye el origen del dolor en el miembro inferior, hablamos de dolor irradiado, para discernir respeto al mecanismo fisiopatológico del dolor referido se transmite a lo largo de un nervio, extendiéndose a partir del sitio de origen.
Y ante una patología dolorosa, ¿cómo podemos distinguir entre el dolor nociceptivo y el dolor neuropático?
Bien, si nos encontramos ante un dolor nociceptivo existen unos indicativos característicos que podrían resumirse en 2 tipos
Inflamatorio
- Rubor, edema y calor.
- Relación dolor agudo-dolor tisular.
- Relación directa estimulo-dolor agudo.
- Dolor y rigidez matinal y tras reposo.
- Inflamación neurogénica.
- Buen resultado con AINEs
Isquémico
- Síntomas tras posturas prolongadas.
- Alivio rápido al cambiar de postura.
- Síntomas al final del día.
- Mal resultado con AINEs.
- No necesariamente indicio de trauma.
Por otro lado si nos encontramos ante un dolor neuropático periférico habrá una serie de indicativos:
Área
- Distribución neural, en dermatomas o CINPs.
- Dolor a lo largo del tronco nervioso.
- Punto de dolor a lo largo del nervio.
Tipo
- Gran variabilidad
- Quemazón
- Calambres
- Parestesia
- Dolor nocturno
- Implicación motora.
Comportamiento
- Comportamiento mecánico.
- Posiciones antiálgicas.
- Empeora por la noche.
- Relacionado con disfunción en otros tejidos, estados de stress, inflamación.
Por último y aunque no relacionado directamente con el dolor neuropático y si con la neurodinámica, hemos de tener en cuenta precauciones generales a la hora de dictaminar un diagnostico y un posterior tratamiento como son:
- Traumatismos importantes.
- Pérdida de peso asociada a malestar sistémico.
- Fiebre.
- Historia de cáncer.
- Dolor nocturno continúo.
- Rigidez matutina muy marcada.
- Incontinencia fecal.
- Anestesia en silla de montar.
- Alteración de la marcha.
- Estados inflamatorios, infecciosos y virales.
- Empeoramiento en signos neurológicos.
- Radiculopatías.