La armonización de todos los músculos directa o indirectamente involucrados en la masticación es necesaria para el tratamiento de diferentes cuadros clínicos de naturaleza ortopédica, ya no podemos prescindir de una colaboración entre el profesional maxilofacial y el osteópata a la hora de abordar el diagnostico y tratamiento de problemas ligados a la articulación temporo-mandibular (ATM)
Síntomas como dolores de cabeza, dolores cervicales, vértigos, silbido auricular y problemas de deglución por citar solo algunos, son a menudo provocados por disfunciones de los responsables de la masticación.
Si pensamos que la articulación temporomandibular se abre y se cierra todos los días entre las 1500 y las 2500 veces, es fácil intuir como cualquier alteración en ella pueda tener consecuencias negativas y como ningún otro órgano se mueve con la misma frecuencia. La causa de este tipo de trastornos de la articulación temporomandibular, trastornos o disfunciones CMD (craneo-mandibular) está, en ocasiones, en un problema de la musculatura de los tejidos blandos de la articulación o en la misma articulación. Un latigazo cervical, la ruptura de un fragmento dental, una caída o un resbalón en las escaleras, son suficientes para determinar una diferencia en altura entre las muelas del lado derecho y los del lado izquierdo.
¿Qué enfoque terapéutico seguimos entonces?
Los osteópatas, no tenemos la posibilidad de modificar directamente la mordida, pero nuestro trabajo se centrara sobre la armonización de todos los músculos involucrados directamente o indirectamente en el aparato estomatognático, además de movilizar articulaciones de la columna vertebral que presenten una reducción de la movilidad para hacer frente a la raíz del problema.
Para aclarar el problema de fondo, es decir, si el dolor de espalda es debido a problemas de la articulación temporomandibular o lo contrario, es necesario integrar la consulta de un especialista en maxilofacial. Él mismo de hecho podrá aclarar si la oclusión (es el contacto entre los dientes) ha mejorado o no gracias a la intervención osteopática.
Una prueba diagnostica por imagen de la dentadura podría ser particularmente útil en estos casos para determinar si las articulaciones tengan una relación simétrica a nivel de su base y cabeza del articulación o si no tienen ninguna influencia en la causa de la enfermedad.
¿Qué es la articulación temporo-mandibular?
La articulación temporo-mandibular es una de las articulaciones más complejas de nuestro cuerpo: une la mandíbula al cráneo y permite hablar, masticar, deglutir y realizar movimientos mímicos. En la siguiente imagen te mostramos las superficies articulares de la articulación temporo-mandibular:
La eficacia de la resolución de problemas de la articulación temporo-mandibular depende de una buena exploración de la articulación. En el siguiente vídeo te explicamos cuáles son los detalles más importantes de una exploración de la articulación temporo-mandubular.
Exploración de la articulación temporomandibular
Esta publicación exclusiva nos aporta información de lo más resaltante a tener en cuenta durante la exploración de la articulación temporo-mandibular.
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Trastornos de la articulación temporo-mandibular: síntomas
Cuando hay molestias en las funciones de los músculos de la masticación y/ o alteraciones y déficits del movimiento, el mismo movimiento articular se ve comprometido, causando molestias de varios tipos. Los síntomas más comunes de estas molestias en esta articulación son:
- Fatiga durante la masticación, el bostezo o simplemente en el abrir la boca.
- Dolor en la articulación, tanto en reposo como durante el uso (por ejemplo comiendo o hablando).
- Ruidos causados por la articulación cuando se abre y se cierra la boca: click, rozamientos.
- Limitación y/o rigidez en la apertura de la boca hasta el bloqueo real y verdadero.
- Dolor sordo en la cara con tensión de los músculos mímicos y de los músculos masticadores.
- Dolor de cabeza: cefaleas tensionales y músculos- tensionales.
- Sensación de rigidez en la cara.
- Tensión que empieza en el cuello hasta la cabeza con dificultad de movimiento.
- Dolor en el oído que puede irradiarse a la cara.
- Acúfenos
- Tinitus
- Pérdida de audición
- Mareo
- Dolor en la ATM cuando la cabeza se apoya en la almohada
Problemas relacionados a molestias de la articulación temporomandibular
Los trastornos de la articulación tempor-mandibular pueden conducir a problemas de varia índole, a menudo relacionados con los síntomas arriba mencionados. Los trastornos más comunes de la articulación temporo-manibular son:
- Reducción de la apertura de la boca o la limitación en la realización de ciertos movimientos
- Ruidos al mover la articulación
- Dificultades para comer y hablar
- Dolor de cabeza o dolor de oído
- Tensión muscular en los músculos de la masticación
- Alteración de la masticación
Trastornos de la articulación temporo-mandibular: causas
Las causas de los trastornos de la ATM son numerosas, pero algunas de las mas comunes son:
- Rechinar o apretar los dientes (bruxismo)
- Traumatismos en la articulación, como fracturas del cóndilo y la mandíbula
- Operaciones
- Latigazo cervical
- Trastornos inflamatorios tales como la artritis o la osteoartritis
- Oclusión incorrecta de la boca
- Situaciones muy estresantes físicas y mentales
Tratamientos manuales beneficiosos para las alteraciones de la articulación temporo-mandibular
Los tratamientos más efectivos en las alteraciones de la articulación temporo-mandibular son los siguientes:
- Osteopatía
- Drenaje linfático manual
- Masajes descontracturantes
- Ejercicios y técnicas de recuperación funcional
- Recuperación postural
Para éste artículo vamos a enfocarnos en la primera opción de tratamiento: la osteopatía.
Osteopatía y ortodoncia
Hay un fuerte vínculo entre la postura y la oclusión. La oclusión determina la posición de la mandíbula (maxilar inferior) en el espacio. Esta posición afecta la postura a través de las cadenas musculares y fasciales que cubren todo el cuerpo desde la cabeza a los pies. Incluso la duramadre tiene que estar incluida entre las posibles responsables de las malas actitudes posturales que influyen desde el cráneo al resto del cuerpo y viceversa.
Una posición asimétrica de la mandíbula, por pequeña que sea, provoca la contracción de ciertos músculos generando un cambio en la postura, ya de por sí una fuente de problemas para la columna vertebral y también para la cabeza (tortícolis, cefaleas, dolor de espada etc.). Así que cuando la mandíbula se mueve, el cuerpo tiene que compensar la disfunción y adaptarse. La relación entre el cuerpo y mandíbula es entonces biunívoca y será valorada en su totalidad y reciprocidad.
Osteopatía, una preciosa ayuda. Una importante colaboración con el ortodontista
Cualquier cambio que implica modificaciones oclusales (aparatos de ortodoncia, prótesis dentales, extracciones), causa una adaptación postural. La intervención del osteópata puede facilitar esta adaptación o puede corregir las molestias relacionadas a ella.
La osteopatía es particularmente útil en los casos de tratamiento mediante ortodoncia para la reconstrucción de la oclusión o para tratar problemas de la articulación temporomandibular (ATM). El trabajo del osteópata optimiza y acelera el tratamiento de ortodoncia (con la condición que estos vayan en la dirección de la fisiología postural). El osteópata dentro de ciertos márgenes, puede ayudar a minimizar las consecuencias de una mala oclusión, incluso cuando no hay una intervención de ortodoncia. Sin embargo, ya que cuando existe una mala oclusión real, las correcciones osteopáticas no pueden durar mucho tiempo y los problemas (espalda, músculos, articulaciones, tendones) vuelven.
Por lo tanto, una estrecha colaboración entre el dentista y el osteópata es necesaria para superar un problema (dolores de espalda o de cabeza, músculos tensos, etc.) cuyo origen radica en una mala oclusión.
Osteopatía y aparatos de ortodoncia
El objetivo de los aparatos es funcional (tener una oclusión la más normal posible) y estético. Para obtener el resultado el ortodontista utiliza aparatos correctivos que mantienen tensiones mecánicas que obligan los dientes a alinearse en el modo deseado. Sin embargo muchos ortondoncistas ignoran el concepto craneal y la movilidad de las estructuras óseas craneales.
Si aceptamos la idea de un cráneo compuesto de partes articuladas y móviles, está claro que el posicionamiento de aparatos de ortodoncia fijos , crean rigidez y alteraciones del funcionamiento del sistema craneal y a través de él, de la movilidad de todas las estructuras del cuerpo.
Teniendo en cuenta que en algunos casos, la corrección con alineamiento de los dientes puede resultar necesaria o hasta indispensable, porque una mala oclusión puede tener efectos negativos a largo plazo sobre el conjunto del organismo y por esto, se vuelve fundamental una colaboración con el ortodoncista, averiguar lo que pasa cuando se coloca un aparato, si la postura cambia y en qué medida, en qué dirección, positiva o negativa, parámetros fundamentales sobre todo en pacientes jóvenes.
Los niños (pero también los adultos) que reciben tratamientos de ortodoncia , muestran muy a menudo signos que indican claramente que su sistema corporal, que es muy maleable, no consigue gestionar las limitaciones impuestas por el aparato odontológico:
- Dolor de cabeza.
- Dificultad de atención y concentración.
- Molestias corporales difusas, dolores vertebrales, aparición o empeoramiento de la escoliosis.
- Cambios de humor (irritabilidad, nerviosismo, trastornos del sueño).
- Vértigos.
- Alteraciones visuales.
Un tratamiento osteopatico regular, coordinado con el tratamiento de ortodoncia es necesario para superar estas molestias, controlar y guiar las reacciones del cráneo y del cuerpo a la ortodoncia.
Es muy importante aprender a observar y escuchar al niño y al adulto, una queja repetida y “nueva” que surja durante el tratamiento de ortodoncia, nos tiene que poner en alerta.
Si la posición de los dientes es incorrecta a causa de anomalías de funcionamiento del mecanismo craneal, el osteópata puede intervenir para buscar mejorar y regular esta función. Tal vez es justo en estos casos que una intervención odontológica no consigue mantener los resultados conseguidos, porque “en el origen” hay una problemática craneal que obliga al sistema a volver a un estado de disfunción y una vez retirado el aparato aparecen recidivas y se repite el problema.
Límites de la osteopatía
La intervención exclusivamente del osteópata, por otra parte no siempre es suficiente para volver a rearmonizar problemas oclusales, (especialmente si el niño ya no lo es tanto).
En este punto será necesario recurrir a la ortodoncia, después de haber liberado y corregido todo lo que sea posible con la osteopatía. Una vez que las estructuras craneales son liberadas, oponen menor resistencia a la corrección mediante ortodoncia y se reduce el tiempo de tratamiento odontológico.
Consejos generales
Es aconsejable seguir el niño durante todo el tratamiento odontológico con la osteopatía para ayudar al sistema corporal a adaptarse al estrés que impone el aparato. Será igualmente importante volver a ver el niño (o al adulto), después de la retirada del aparato, para volver a rearmonizar el sistema craneal y postura general.