Tacones, plataformas, suelas de goma y cubiertas de todo tipo, cámaras de aire y plantillas son las formas más variadas. Todas estas cosas y muchas más tienen que aguantar nuestros pies durante largas horas todos los días. ¿Y digo yo? Algo tendrá de bueno estar descalzos, cuando nos da tanto gusto llegar a casa y quitarnos esos calzados que nos encierran, aprietan, resudan y alejan del suelo. Os hemos preparado una lista de motivos para caminar descalzos:
Porque siempre lo hemos hecho así
Bueno, decir siempre es mentir pues lo cierto es que de los cerca de 6 millones de años que se calcula que aparecieron los primeros bípedos (a dos patas) solo los últimos 7000 (un 0,15% del tiempo) hemos usado algún tipo de calzado, y de esos 7000 años desde que se tiene constancia de un rudimento de calzado solo en los tiempos más cercanos hemos llevado el calzado hasta los extremos actuales.
De esta forma, el pie ha evolucionado durante millones de años para conformar su complejo sistema de huesos y ligamentos y toda una manera de funcionar adaptada a la ausencia de calzado. Para lo que verdaderamente no está hecho el pie, es para llevar una cubierta que lo aleje del suelo, envolviéndolo, apretándolo y limitándolo.
Deja respirar, ensancharse y funcionar correctamente a tus pies
De esta forma, caminar descalzo hace que tus pies puedan por fin sentirse a sus anchas, y digo a sus anchas, porque verdaderamente prácticamente ningún calzado da a los pies todo el espacio que estos necesitan.
Además, los materiales utilizados en los calzados modernos hacen que los pies aumenten su futura acción de forma que proliferan problemas como las micosis. Otros problemas en los pies típicos derivados del uso del calzado, son la aparición de uñas encarnadas y ciertos tipos de durezas y callosidades.
Y por supuesto, todo esto, sin nombrar los efectos negativos que tienen para los pies y para el resto del organismo ciertos calzados devastadores como son los tacones, los calzados de plataforma o los tantas veces alabados calzados con cámara de aire.
Estimula tus pies y tu sistema nervioso
El pie está formado por 26 huesos de mayor o menor tamaño unidos todos ellos por un complejo sistema ligamentoso, y con multitud de tendones y músculos para su funcionamiento. Todo este maravillosamente intrincado sistema, está diseñado para por un lado adaptarse a todas las irregularidades que pueda presentar el suelo y por otro lado mandar constante información a nuestro sistema nervioso central para el mantenimiento de un correcto equilibrio. Es lo que se llama propiocepción.
La utilización de calzados con suelas más o menos gruesas y duras limitan, disminuyen –y de alguna forma– redondean esta información que debe recibir el pie de manera que se pierde buena parte de su capacidad y sutileza de regulación.
Te ayuda a descargar la electricidad estática
La utilización de aparatos eléctricos y electrónicos, la aparición de nuevos materiales plásticos y sintéticos y la utilización de suelos con materiales aislantes han hecho proliferar el número de personas que tienen verdaderos problemas con la electricidad estática, sufriendo constantes descargas al tocar algo metálico.
Caminar descalzo sobre todo sobre la tierra, hierba o en la arena de la playa, van a ayudarnos a descargar toda esta electricidad estática al mejorar el contacto con la tierra.
Te pone en contacto con la tierra, con la realidad
A nivel simbólico, todos conocemos la expresión de tener los pies en la tierra, ligada a tener un buen contacto con la realidad (ya que el suelo representa lo inmutable, firme y seguro). Si lo miramos desde esta perspectiva, la utilización de calzados como los tacones de aguja y las altas plataformas van a alejar a estas personas del suelo generándoles además mayor o menor inestabilidad física y usando el mismo concepto metafórico incluso psicológica y emocionalmente.
Todas las disciplinas que trabajan sobre la consciencia corporal, el control corporal, el equilibrio y la meditación parten siempre de la ausencia de calzados para realizarlas por este hecho favorecedor del contacto con la realidad y el arraigo con la tierra. Entiendo que con unos bonitos tacones una está divina, que las plataformas puedan formar parte de tu seña identidad, pero debes tener claro cuando menos los perjuicios que esto tiene para ti y para tu salud.
¿Cuál es el mejor tipo de calzado para mí? Plano, con tacón, blando, duro, con cámara de aire...
Hoy en día en el mercado hay todo tipo de calzado: de todos los colores y de todas las formas y tamaños. Son tantas las opciones que muchas veces nos dejamos llevar por la opción más llamativa, en vez de elegir la correcta para la forma de nuestro pie y no lesionarnos. Pero, ¿cuál es la forma correcta? ¿Será con tacón? ¿Será con una suela dura? Pues en este vídeo te explicamos cuál es el calzado que debes utilizar de acuerdo a tu pie y tu pisada.
Algunos consejos sobre el calzado
El mundo de hoy en día y las nuevas formas en que vivimos con asfaltos y todo tipo de suelos hechos por el hombre así como las costumbres y normas sociales hacen recomendable el uso de algún tipo de calzado, pero quiero sencillamente darte cuatro consejos:
- Busca siempre que puedas aquel calzado que se parezca lo más posible a ir descalzo, con una suela fina que te haga percibir el suelo. Esto puede ser incómodo al principio pero a la larga tu pie volverá a acostumbrarse a la realidad y lo agradecerá.
- Utiliza preferentemente calzados hechos con tejidos naturales más transpirables que los sintéticos y, a poder ser, con suelas que transmitan la electricidad estática hacia el suelo.
- Elige, a poder ser, calzados amplios que dejen un espacio suficiente a tus pies dentro de ellos.
- Y por supuesto, siempre que puedas y estés en un momento, lugar y situación adecuados quítate el calzado y camina descalzo.
En resumen, es recomendable caminar descalzo de vez en cuando para despertar al sistema vestibular (sistema de balance del cuerpo), a distintos músculos del pie y tobillo que se inhiben con el uso de zapatos, a la circulación sanguínea y a los músculos posturales que también se adaptan con el uso de distintos tipos de zapatos.
¿Y tú? ¿Qué calzado utilizas?