En la rehabilitación o recuperación de las lesiones de rodilla será fundamental realizar un buen trabajo de fortalecimiento o potenciación del músculo cuádriceps(1), que inicialmente tendremos que "despertar" y en esta fase más intermedia intentaremos recuperar recobrando el tono y la fuerza pérdidas.
El músculo cuádriceps tiene una gran tendencia a la hipotonía por sus características fisiológicas (gran cantidad de fibras fásicas o dinámicas) Es un músculo orientado al movimiento amplio y dinámico y se ve muy afectado tanto por las inmovilizaciones como por los edemas e hinchazones en la rodilla, que provocan que su tono muscular disminuya especialmente.
Por todo esto será uno de los principales músculos a potenciar tanto en tratamientos post-quirúrgicos como en la prevención y recuperación de lesiones ligamentosas y articulares de la rodilla.
Como decimos el cuádriceps tiende de forma importante a la atrofia por lo que estos ejercicios iniciales los podremos utilizar en caso de:
- Fase intermedia del tratamiento rehabilitador tras prótesis de rodilla.
- Rehabilitación de las operaciones de ligamentos cruzados tras varias semanas después de la inmovilización.
- Recuperación de las operaciones de menisco. (puede iniciarse días después)
- Recuperación tras inmovilización en esguinces de ligamentos laterales interno y externo. (A partir de la segunda semana)
- Recuperación de la fuerza tras encamamientos prolongados. (una vez recuperado cierto tono muscular)
En esta fase intermedia vamos a buscar recuperar la fuerza, volumen y resistencia muscular(2) del cuádriceps con la finalidad de recuperar una funcionalidad normal de la articulación de la rodilla.
Por eso, en estos ejercicios será importante reclutar el mayor número de fibras en la contracción poniendo mucha atención y consciencia al cómo hacemos la fuerza en el ejercicio. Eso, va a permitir un mayor nivel de trabajo muscular.
Será un ejercicio en el que estimulamos el cuádriceps de una forma muy funcional y en carga pero regulando finamente la cantidad de carga que le entregamos a la rodilla.
Vamos a variar la cantidad de peso en esa rodilla, regulando la flexión de la misma y variando entre el apoyo entre las dos piernas y en solo una, la afectada.
- Duración del ejercicio - 5 seg de carga. 5 seg de descanso.
- Repeticiones - 6 repeticiones - De 2 a 3 series.
Nos colocaremos sentados al borde de una mesa con la flexura de la rodilla justo en el borde. Podemos comenzar con poco peso y añadir en esta primera fase hasta 4 a 6 kg para lo que podemos utilizar unos sacos lastrados o unos paquetes de legumbres e incluso un theraband de media resistencia.
Realizaremos extensiones de rodilla hasta distintos ángulos de extensión manteniendo unos segundos y bajando de nuevo.
Iremos haciendo esto mismo cada vez en un ángulo más cercano a la extensión completa.
- Duración del ejercicio - Mantener en cada ángulo entre 8 -10 seg.
- Repeticiones - 10 repeticiones en 4-6 ángulos distintos.
Además de este ejercicio de potenciación para la fase inicial te voy a recomendar otros ejercicios que te pueden servir(3):
Nada más retirar la inmovilización el músculo estará atrofiado y necesita ser tonificado o "despertado"
Para quienes quieran orientar su recuperación hacia una actividad deportiva que requiera un nivel óptimo de fuerza en su pierna.
Este auto-masaje podemos realizarlo tanto antes como después del trabajo de fortalecimiento para mejorar la circulación sanguínea en el músculo y optimizar el resultado de este trabajo.
(1)https://www.jsams.org/article/S1440-2440(17)30333-X/fulltext
(2)https://www.researchgate.net/publication/235782954_Revision_bibliografica_de_las_corrientes_y_parametros_mas_efectivos_en_la_electroestimulacion_del_cuadriceps
(3)https://upcommons.upc.edu/handle/2099/6769