Las lesiones meniscales como una rotura de menisco son bastante frecuentes en atletas y en adultos mayores. Con frecuencia traen consigo notable dolor de rodilla y deterioran la calidad de vida y la participación en actividades de quien las padece. Afortunadamente, estas lesiones suelen responder bien a la fisioterapia con una detección temprana de los síntomas; descubre cómo saber si sufres una rotura de menisco a continuación:
Rotura de menisco
El menisco es una estructura de cartílago en forma de medio disco ubicado en la rodilla. Aumenta el tamaño de la superficie articular y por lo tanto contribuye a la estabilización de la rodilla durante el movimiento. Tenemos dos meniscos: un menisco interno y un menisco externo.
La rotura de menisco en jóvenes suele ocurrir en actividades deportivas en las que la rodilla esté sometida a una gran tensión y a cambios de movimientos bruscos. Sin embargo, las lesiones meniscales también pueden desarrollarse progresivamente como resultado del desgaste degenerativo relacionado con el envejecimiento. El menisco medial es más propenso a lesionarse que el menisco lateral. Siendo los hombres los más afectados, teniendo casi el doble de lesiones meniscales que las mujeres.
Tipos de rotura de menisco
Suelen existir dos tipos de lesiones meniscales:
- Un tipo que ocurre en un menisco previamente sano o en una persona joven durante un trauma deportivo, que causa dolor intenso y, en ocasiones, bloqueos de la rodilla. Este tipo de lesión es la que se opera con mayor frecuencia.
- Otro tipo de lesión ocurre en el menisco “deteriorado”, es decir, el envejecimiento, en una persona de edad avanzada más allá de los 45 años, la mayoría de las veces puede ocurrir de manera espontánea o después de un traumatismo leve o durante actividades deportivas de bajo impacto. En este tipo de rotura los dolores son más intermitentes, menos violentos y percibidos como una molestia.
Estas lesiones meniscales no necesariamente requieren cirugía porque la extirpación de un menisco degenerativo conlleva un mayor riesgo de osteoartritis de la rodilla.
Síntomas de la rotura de menisco
Los síntomas del desgarro de menisco generalmente son descritos por los pacientes de la siguiente manera:
- Déficit de extensión de rodilla, con incapacidad del paciente para extender completamente la rodilla;
- Dolor localizado en el costado de la rodilla y en la fosa poplítea, a veces irradiado al muslo;
- Dolor intenso cuando se extiende la rodilla;
- Hinchazón de la articulación de la rodilla;
- Rigidez y pseudobloqueo de la rodilla.
Estos síntomas persistentes dificultan enormemente la vida diaria del paciente.
Prevención de lesiones
Para prevenir que las lesiones de menisco se agraven, se recomienda evitar las sentadillas, así como la práctica de deportes que requieran cambios rápidos de dirección (fútbol, tenis, etc.). El entrenamiento de fuerza reduce el riesgo de desarrollar este tipo de lesión al fortalecer los músculos del muslo.
Causas de la rotura de menisco
A menudo hablamos de que una causa de rotura de menisco es un mal movimiento de la rodilla, especialmente cuando el peso del cuerpo está sobre la rodilla y hay una rotación a nivel de la articulación, puede ocurrir que se rompa una parte del menisco. Además, este tipo de lesión puede ocurrir gradualmente durante un largo período de tiempo (cambios degenerativos). Una mala postura crónica de la rodilla puede acelerar el proceso normal de envejecimiento.
La parte periférica del menisco está bastante bien nutrida por los vasos sanguíneos y está inervada. Sin embargo, la parte central del menisco está mal vascularizada e inervada, lo que hace que su curación sea muy lenta.
Los desgarros de menisco se pueden clasificar en diferentes categorías según la orientación y la ubicación de la lesión dentro del menisco. Algunos no son muy sintomáticos mientras que otros provocan bloqueos, ruidos articulares y pueden requerir cirugía.
¿Dónde te duele cuando tienes el menisco roto?
La ubicación del dolor en rodilla puede variar según el menisco afectado, si se trata de una rotura o desgarro en el menisco interno o medial el dolor se va a reproducir en la zona interna de la rodilla, específicamente en la línea articular femorotibial medial. La extensión completa se vuelve imposible con la flexión de la rodilla. Ahora bien, si se presenta dolor de rodilla en la cara anteroexterna de la rodilla es posible que se trate de una rotura del menisco externo, también se presenta dolor en hiperextensión e hiperflexión de rodilla. A veces hay derrame de sinovia y amiotrofia de cuádriceps.
¿Cómo es el dolor de menisco en la rodilla?
Cuando existe una rotura de menisco es posible percibir dolor lateral externo, justamente en la unión articular del fémur y la tibia cuando se trata de una rotura de menisco externo, cuando se trata de una rotura de menisco interno el dolor de rodilla percibido es más enfocado en la cara interna de la rodilla, en ocasiones también son perceptibles sensaciones dolorosas de crujidos y crepitaciones dentro de la rodilla.
¿Cómo curar los meniscos de la rodilla sin cirugía?
La fisioterapia es una opción terapéutica eficaz en varios tipos de roturas de menisco, para iniciar el proceso de curar el menisco, el fisioterapeuta realizará una evaluación rigurosa de su estado. Inicialmente haciendo varias preguntas, incluso sobre:
- Mecanismo de lesión (cuando le ocurrió la lesión)
- Tus actividades, tu trabajo y tus aficiones (acciones que deterioren el estado de la rodilla)
- Factores que influyen o incrementan sus síntomas
En una exploración física el fisioterapeuta puede observar:
- Su capacidad para hacer diferentes movimientos que involucran la extremidad inferior
- La movilidad de tu rodilla
- La fuerza muscular
- La estabilidad e integridad de las estructuras articulares de la rodilla
- El balance.
Luego, el fisioterapeuta diseñará un plan de tratamiento adaptado a la condición y al estilo de vida del paciente. Los métodos utilizados son, entre otros:
- Terapia manual.
- Técnicas de relajación muscular.
- Movilizaciones.
- Ejercicios de movilidad, estiramiento, fortalecimiento (especialmente de los músculos del muslo) y equilibrio.
Las técnicas utilizadas siempre se irán progresando según la tolerancia y con el objetivo de que se vuelva a las actividades.
Diagnóstico diferencial
Los pacientes que sospechan que tienen una rotura de menisco pueden tener en su lugar, o un esguince de ligamento de rodilla colateral o cruzado; una lesión osteocondral; un cuerpo suelto; o un trastorno de la articulación femororrotuliana. Los pacientes que se sospecha que tienen un desgarro crónico del menisco pueden tener, en lugar o además, una enfermedad articular degenerativa. De hecho, se puede suponer la presencia de alguna enfermedad articular degenerativa y el diagnóstico diferencial presta atención a la contribución relativa de cada una.