Los diferentes sistemas del cuerpo humano están formados por tejidos y células especializadas que tienen la capacidad de adaptarse a los cambios y así mismo sus propiedades les permiten regenerarse cuando han resultado afectadas por lesiones o daños tisulares. Por ejemplo, los huesos son unos de esos tejidos capaces de producir una regeneración celular, conocida como remodelación.
"Es un proceso continuo que ocurre en el sistema óseo cuando los huesos han sido sometidos a cambios y nuevas demandas"
¿Cómo ocurre la remodelación ósea?
Cuando se altera, pierde o interrumpe la continuidad del tejido de un hueso, ya sea por factores externo o internos, se activa un sistema de células óseas que se encargan de eliminar el tejido afectado y crear uno nuevo, por eso al momento del daño tisular, se envían señales para que comience el reclutamiento de las células. Pero ese es un mecanismo que se lleva a cabo en varios pasos, por lo que son descritos a continuación:
- Fase de reabsorción: actúan los osteoclastos rompiendo los tejidos afectados.
- Fase de reabsorción inversa: las partes del hueso son llevadas al torrente sanguíneo y de allí son reabsorbidas y eliminadas por el intestino y los riñones.
- Fase de sustitución: los osteoblastos de activan para formar hueso nuevo.
- Fase de mineralización: es la última fase y le corresponde cuando ya el hueso está totalmente formado.
¿Qué células participan en la remodelación ósea?
El sistema óseo está formado por una matriz ósea que a su vez comprende al calcio, agua, colágeno, fósforo y la hidroxiapatita. Pero además es el lugar de los huesos donde se localizan las células óseas, que se encargan de la eliminación, reabsorción y formación del hueso, por lo que son las que participan activamente en la remodelación del hueso.
Y estas células son conocidas como osteoclastos, osteoblastos y osteocitos.
"Las células que intervienen en la remodelación son los osteoclastos y los osteoblastos"
¿Por qué es importante la remodelación de los huesos?
Nuestro cuerpo se encuentra en constante cambio, por eso es necesario que se activen mecanismos que nos ayuden a adaptarnos a las nuevas demandas que se nos presentan. Entonces este proceso es importante para que realicemos ejercicio y cualquier actividad física de la vida diaria.
Ahora bien, aunque es un proceso que se activa constantemente a medida que nuestros tejidos van cambiando, se presenta también cuando el hueso es expuesto a factores internos como lo son los trastornos metabólicos (osteoporosis) y en presencia de lesiones como las fracturas.