Los huesos del brazo para poder insertarse unos con otros necesitan de superficies articulares diferentes, y de otras estructuras anatómicas como el olécranon, el troquiter y el troquín.
"El olécranon es la prominencia del codo que resulta comúnmente afectada por fracturas productos de caídas"
Según la anatomía, esta apófisis se encuentra formada por 6 caras, localizadas en su parte superior, inferior, anterior, posterior y a los lados.
¿Qué significa olécranon?
El término olécranon se remonta a la antigua Grecia, cuando se utilizó como combinación de dos palabras. Las cuales se traducían como codo y prominencia, y juntos generaban este vocablo. Entonces, se refiere a la prominencia del codo.
¿Qué músculos se insertan en el olécranon?
Gracias a que es un prominencia ósea que está formada por partes más pequeñas, es que se pueden insertar dos músculos importantes para los movimientos del codo y antebrazo. Esos músculos mencionados son el ancóneo y el tríceps braquial.
¿Cuál es la función del olécranon?
Además de que permite que dos músculos se inserten en su área, también junto a la apófisis coronoides del mismo hueso, forma la cavidad sigmoidea que posteriormente se une con la tróclea humeral para formar la articulación del codo.
Así que es una estructura necesaria para el brazo y antebrazo.
¿En qué consisten las lesiones del olécranon?
Las lesiones del olécranon se producen generalmente por traumatismos directos, que son desencadenados por caídas desde diferentes alturas. Durante las cuales la persona cae de espalda y contacta el codo con la superficie dura, como es el caso del suelo.
Pero aunque estas lesiones mencionadas producen más que todo fracturas, también existen casos de movimientos repetitivos que terminan generando inflamación de la bursa, y así desencadenan la aparición de la bursitis olecraniana.
"Cuando se produce una lesión de fractura desplazada del olécranon se necesita de un tratamiento más específico y duradero"
Ahora bien, tanto las fracturas como la bursitis necesitan tratamiento, pero ambos tienen enfoques diferentes, por que las intervenciones no son iguales. Por ejemplo, las fracturas en muchas ocasiones necesitan cirugía, mientras que la bursitis no necesita procedimiento quirúrgico, pero si requiere de un tipo de tratamiento distinto.
Además cuando se presenta un tipo de fractura desplazada, se necesita de una cirugía de fijación para poder colocar al hueso en su posición fisiológica, y así lograr que la lesión comience su reparación tisular de la manera más rápida y efectiva posible.
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