El ligamento cruzado posterior es un ligamento desconocido si lo comparamos con el ligamento cruzado anterior, ya que la lesión del ligamento cruzado anterior es mucho más común. Sin embargo las lesiones del ligamento cruzado posterior tienen una repercusión importante la rodilla. Aquí te daremos algunas pistas de qué hacer si tienes esta lesión o si tienes conoces a alguien que haya podido padecer en a la lesión del ligamento cruzado posterior.
¿Dónde se encuentra el ligamento cruzado posterior?
El ligamento cruzado posterior básicamente está situado justo detrás del ligamento cruzado anterior en la rodilla, y su función es evitar que la tibia se vaya hacia atrás cuando hacemos cualquier tipo de deporte o actividad física.
¿Cómo se lesiona el ligamento cruzado posterior de la rodilla?
El mecanismo de lesión más frecuente es el traumatismo directo en la tibia, es decir, cuando algo nos golpea en la parte anterior de la rodilla justo por debajo de la rótula. Con esto la tibia se desplaza hacia atrás, tensando el ligamento y llegando a romperlo inclusive si el golpe es muy fuerte.
El problema que genera la lesión del ligamento cruzado posterior de la rodilla es fundamentalmente inestabilidad, que a largo plazo puede provocar pues lesiones de cartílago o lesiones ligamentosas. Con la inestabilidad se produce una sensación de que no podemos hacer una práctica deportiva porque la rodilla se va hacia los lados sin control.
¿Cómo se explora el ligamento cruzado posterior?
Puesto que para el paciente o para el deportista es difícil detectar esa lesión del ligamento cruzado posterior, para el diagnóstico requiere de un profesional que reproduzca el mecanismo de lesión. Si al reproducirlo es evidente el dolor entonces nos encontramos ante un ligamento cruzado posterior con un daño. Quedará luego en manos de terapeuta valorar el impacto de la lesión y el tratamiento a seguir, el cual te mostramos en el vídeo.
