El flato se describe como un dolor agudo y punzante en el área abdominal, generalmente unilateral asociado a un ejercicio físico. Todo el mundo lo ha padecido alguna vez en la práctica deportiva pero realmente no se sabe explicar que es ni porque aparece, aunque existen algunas teorías:
- Tensión de los ligamentos que unen el estómago con el diafragma debido a las oscilaciones del deporte produciendo dolor. Si hay alimentos o mucha bebida en el estómago el empuje es mayor debido al peso del estómago.
- Aporte sanguíneo insuficiente al diafragma y como consecuencia disminución del aporte de oxígeno. La sangre se dirige a los músculos implicados en el movimiento, si hay presencia de alimentos en el estómago también se dirige a este órgano, privándoselo al diafragma ocasionando fatiga y dolor.
- Una de las ultimas teorías: cuando en estomago está lleno roza con el peritoneo (membrana muy sensible) irritándolo provocando dolor.
Lo más acertado será afirmar que la causa es multifactorial, en unas ocasiones debido a una y en otras ocasiones a otra.
Se han observado ciertas coincidencias de mayor susceptibilidad en las personas que cumplen con estos aspectos:
- Relación postural: mayor probabilidad de aparición en personas con actitud cifótica y personas con una excesiva tensión en la musculatura cervical y/o estabilizadora de columna.
- Relación inversa con la edad: en personas con edades más tempranas es más fácil que aparezca
- Relación con el deporte: cuanto más entrenada esta una persona más menos posibilidades de sufrirlo
¿Cómo evitar el flato?
Como no se sabe la causa exacta que lo provoca es difícil prevenirlo como tal, pero basándonos en las hipótesis por las cuales aparece se pueden dar las siguientes recomendaciones:
- Minimizar las oscilaciones en el deporte de impacto: buena amortiguación con calzado de buena calidad, buena técnica deportiva
- Dejar pasar tiempo antes de empezar la práctica deportiva tras haber comido o bebido mucho líquido. Mejor beber sorbos pequeños y constantes y evitar bebidas con gas.
- Llevar una alimentación sana y equilibrada, se obtendrá una salud digestiva adecuada y se evita acidez y/o inflamación
- Evitar quedarte sin aire, respirar de forma controlada
- Si hay desajustes posturales (hipercifosis, rigidez cervical o de la musculatura estabilizadora de columna) corregirlos con la ayuda de un fisioterapeuta
- Hacer ejercicios respiratorios para relajar el diafragma
¿Qué hacer una vez te ha dado el flato?
- Tensar la musculatura abdominal: estabiliza las vísceras e impide las oscilaciones
- Presionar la zona de dolor con la mano e inclinarse ligeramente hacia delante, es un gesto innato y muchas veces cede en poco tiempo. Acompañarlo de respiraciones profundas
- Dejar la actividad si el dolor es muy fuerte, no pararla de golpe bajar la intensidad moviéndote suavemente
