En este vídeo os explico en qué consiste una dieta disociada que básicamente consiste en no mezclar algunos tipos de alimentos o grupos de alimentos como por ejemplo los hidratos de carbono con las proteínas de origen animal. Esta dieta tiene su importancia a la hora de mejorar los procesos digestivos y prevenir la disfunción de órganos como el intestino delgado, hígado y el riñón.
Estos órganos cuando están desequilibrados dan una serie de signos y síntomas entre los cuales se encuentran diferentes contracturas, inflamaciones y dolores de espada, articulares y musculares.
¿Qué es una dieta disociada?
Al no mezclar ciertos tipos de alimentos se gasta menos energía para realizar la digestión con un consecuente aumento de la energía y vitalidad y menor acúmulo de toxinas y retención de agua. A continuación os dejo diversas recomendaciones:
- No consumir frutas como postre, sino entre horas, de 2 a 3 horas después de las comidas principales.
- No mezclar frutas ácidas –uva, manzana, pera, melocotón, albaricoque–con frutas dulces.
- Las verduras se pueden mezclar con todo, salvo con las frutas.
- No mezclar carnes ni pescados con hidratos de carbono.
- Las carnes y pescados deben ir acompañados de verduras u hortalizas.
Tipos de alimentos
En nuestro día a día consumimos los siguientes alimentos:
- Lípidos (grasas): su consumo debe ser del 25-30%, se dividen en saturados –aceites fritos e hidrogenados y grasas de origen animal– e insaturados –aceites vegetales, frutos secos, pescado azul.
- Proteínas (aminoácidos): carnes, pescados, huevos y lácteos. Debemos consumir entre 15-20% con respecto al consumo calórico de nuestra dieta.
- Hidratos de carbono: su consumo debe ser del 60%, se subclasifican en dos categorías: de absorción rápida –azúcares, harinas refinadas, arroz blanco– y de absorción lenta –patata, frutas, arroz integral, cereales integrales, legumbres, verduras.