La fractura proximal de húmero es una lesión bastante frecuente tanto en personas mayores como en personas jóvenes, en ocasiones esta fractura requiere de un tratamiento quirúrgico para su recuperación, es por ello que en este vídeo te contamos cómo se realiza la cirugía de una fractura proximal de húmero.
¿Cuáles son las características de la fractura proximal del húmero?
Generalmente esta fractura suele presentarse en personas mayores producto de caídas o traumatismos en la zona, en las que debido a la avanzada edad y la presencia de factores osteoporóticos son parte de esta lesión, pero esta fractura también puede presentarse en pacientes jóvenes que reciben traumatismo fuertes y violentos en dicha zona.
"Generalmente esta fractura suele presentarse en personas mayores producto de caídas o traumatismos en la zona."
En ocasiones de acuerdo al grado de desplazamiento y el tipo de la fractura se utiliza el tratamiento conservador sobre todo si es un paciente muy mayor, pero en otras ocasiones si la lesión se encuentra muy desplazada se hace necesaria la cirugía.
¿En qué consiste la intervención quirúrgica de la factura proximal del húmero?
Existen varias opciones de abordaje quirúrgico para esta lesión, pero la más habitual es y la que consigue mejores resultados es la reducción abierta con material de osteosíntesis o placa atornillada. Es una cirugía bastante compleja por la cantidad de estructura tendinosa que se encuentra en esta zona, por lo que la experiencia por parte del cirujano se hace necesaria en este tipo de fracturas.
El objetivo de esta intervención es recomponer los fragmentos y restablecer la anatomía mediante suturas, al estar reconstruida la estructura es cuando se coloca la placa atornillada para sujetar lo antes hecho. En ocasiones posterior a la cirugía y proceso de recuperación la persona puede referir dolor y esto puede deberse a la placa que genera roce y choque a nivel del manguito rotador, por lo que en estos casos se hace necesario retirar la placa mediante la cirugía artroscópica.
Esta cirugía amerita de la utilización de anestesia general + anestesia regional, así como un tiempo aproximado de 120 minutos y el ingreso hospitalario de 1 a 2 días.
El periodo postoperatorio requiere del uso de cabestrillo por aproximadamente 2 semanas y el inicio de ejercicios de movilidad progresiva desde el primer día postoperatorio. Es una cirugía que tiene un tiempo intermedio (4-6 meses) para la recuperación y el desarrollo de las actividades diarias sin restricciones.