Con los masajes buscamos principalmente la relajación muscular, aunque la realidad es que los efectos que se consiguen son muchos más, ya que la estimulación mecánica de los tejidos va a mejorar su trofismo,y por tanto su nutrición, esto a su vez va a repercutir de manera positiva en la inflamación y vamos a estimular nociceptores, bien de las vías ascendentes como descendentes.
La ventaja de realizar este ejercicio con el palo es que al tener mayor tamaño, vamos a poder abarcar una mayor área que en los ejercicios realizados solo con la pelota.
Con este ejercicios tratamos de abarcar la musculatura tanto de la zona cervical como dorsal y lumbar, tan afectadas en tantas patologías.
Las contracturas en diversos músculos de la zona cervical (trapecio, suboccipitales, romboides, angular del omóplato...) como de la zona dorsal (musculatura paravertebral, dorsal ancho...) y los de la zona lumbar (cuadrado lumbar, psoas ilíaco...).Todas estas contracturas van a generar cervicalgias, dorsalgias y lumbalgias o lumbagos. Si a la lumbalgia además se le une un síndrome piramidal esto nos va a generar lumbociatalgia.
En los casos de escoliosis la relajación de la musculatura de la concavidad va a ser muy útil pero siempre hemos de acompañarla de ejercicios de potenciación de los músculos de la convexidad. Además de un tratamiento de extensión de la musculatura de la parte anterior del cuerpo (pectoral mayor y menor, abdominales...) y ejercicios respiratorios.
Las dorsalgias pueden ser generadas por muchas patologías como puede ser la enfermedad de Pott, la artrosis, aunque no sea su localización más común, diversos tumores (cáncer), bloqueos de los conductos biliares (piedras en la vesícula biliar) y la patología estrella en generar este dolor es la osteoporosis. La osteoporosis se caracteriza por los acuñamientos o aplastamientos vertebrales, los cuales son muy dolorosos, ya en mujeres que sufren osteopenia (disminución de la densidad de calcio, sin llegar a ser osteoporosis) se pueden observar estas fracturas vertebrales.
Debemos saber que las dorsalgias van a llevar consigo un componente miofascial. Para realizar estos ejercicios vamos a prestarle especial atención a la respiración, ya que es la que nos va a guiar en la intensidad que debemos aportar, realizaremos una respiración diafragmática, si queremos podemos colocar las manos sobre el diafragma para notar su movimiento, tendremos los pies apoyados en el suelo, las rodillas dobladas y en un momento dado, podemos añadir al ejercicio movimientos de los brazos, empezando desde el hombro, lo que le va a sumar intensidad al ejercicio.