El hombro congelado es una patología muy incapacitante cuyas causas no terminan de estar claras. El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva, es una condición caracterizada por la rigidez y el dolor en la articulación del hombro. Los signos y síntomas generalmente comienzan gradualmente, empeoran con el tiempo y luego se resuelven, por lo general de uno a tres años.
El tratamiento para el hombro congelado consiste en ejercicios de movilidad del hombro. En un pequeño porcentaje de casos, la cirugía artroscópica se puede indicar para aflojar la cápsula de la articulación de modo que pueda moverse más libremente. Es inusual que el hombro congelado se repita en el mismo hombro, pero algunas personas pueden desarrollarlo en el hombro opuesto.
Por lo general el hombro congelado se desarrolla lentamente y en tres etapas. Cada etapa puede durar varios meses:
En algunas personas el dolor empeora por la noche y a veces interrumpen el sueño.
Los huesos, ligamentos y tendones que conforman la articulación del hombro están encerradas en una cápsula de tejido conectivo. El hombro congelado se produce cuando esta cápsula se engrosa y se estrecha alrededor de la articulación del hombro, lo que restringe su movimiento.
Los médicos no están seguros de por qué esto le sucede a algunas personas, aunque es más probable que ocurra en personas que tienen diabetes o los que recientemente tuvieron inmovilizados el hombro durante un largo periodo, por ejemplo después de una cirugía o una fractura de brazo.
Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar el hombro congelado:
La mayoría de los tratamientos para el hombro congelado implican reducción del dolor del hombro y preservación de los rangos de movimiento del hombro.
Te explicamos en estos enlaces lo que sabemos.
Inicie sesión o regístrese para comentar