Comentario
Gracias Roberto, buena información y formada opinión siempre..Saludos
Para ir al grano expondré a continuación la definición de CIENTIFICISTA según el Dr. Mario Alonso Puig,( Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, miembro de la Harvard University Medical School, de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.De su libro: COCIENTE AGALLAS ,ed. Espasa)
“ Lo que se opone a la dimensión espiritual (que no religiosa) de la existencia y también de la medicina, no es la ciencia, sino el cientificismo, que es una corriente filosófica que niega la existencia de todo aquello que no se puede medir o pensar. Para el cientificismo lo real es sólo lo evidente. El cientificismo no es ciencia, aunque intente ampararse en ella. En realidad es una doctrina filosófica de corte dogmático y totalitario que impone sus argumentos como si fuera otra forma de fe que hay que acatar”.
En mi opinión no se puede resumir mejor en unas pocas líneas este síndrome cientificista que infecta a una parte del sector médico y también a un pequeño y beligerante sector de la fisioterapia. Esta definición deja muy claro que cientificismo y ciencia son conceptos muy diferentes, casi opuestos, más bien el cientificismo tiene cierto aroma a “inquisición moderna”.
Pero además de describir en qué consiste este síndrome cientificista, me interesa en esta entrada indagar en las causas y motivaciones que a muchos compañeros fisioterapeutas les conduce a padecer esta disfunción:
En primer lugar, aquellos fisioterapeutas cientificistas ( unos pocos ), cuya motivación fundamental es la búsqueda de prestigio personal, "van de científicos", postureo puro y duro. No tienen en cuenta que el prestigio no debe ser un objetivo, sino la consecuencia del trabajo bien hecho, en nuestro caso fundamentalmente con la obtención de buenos resultados clínicos.
Seguramente estos serán los más beligerantes cientificistas, que curiosamente, siempre tienen algún gurú al que venerar, seguramente algún australiano afortunado ( digo afortunado porque sin duda hace 20 o 30 años todavía no tenía ningún estudio de investigación sobre su método, y si lo “hubieran pillado” en aquel entonces los cientificistas habría acabado siendo pasto de las llamas, pero se libró y hoy en día es el gurú de todo buen cientificista).
Una segunda motivación para muchos fisioterapeutas es la loable misión de mejorar el prestigio de nuestra profesión de cara a la sociedad, pero erraron en las formas, las prisas no son buenas.
En el cientificismo se tiene la falsa sensación de hacer algo a la hora de ganar prestigio, sin caer en la cuenta de que se ha escogido un camino contrario de la ciencia. El espíritu científico auténtico no tiene dogmas, ni es totalitario, ni rígido, ni tiene manías ni creencias, es imparcial y sobre todo está basado en la humildad, y en la capacidad de reconocer los límites que la propia ciencia tiene.
La fisioterapia es una profesión joven y por tanto con muchas cosas sin demostrar y mucho menos de forma concluyente. No debemos confundir el objetivo a medio y largo plazo de intentar demostrarlo todo (objetivo que sin duda comparto ), con la realidad del trabajo clínico diario que en la mayor parte de las ocasiones está basado todavía hoy en la experiencia clínica, en hipótesis y en el ensayo error.
Una tercera motivación es la sensación que compartimos creo todos los fisioterapeutas, de inseguridad ante muchos de los problemas que nos plantean nuestros pacientes. Nunca tenemos la certeza de que un paciente va a evolucionar positivamente después de nuestro tratamiento. Hablo sobre todo del dolor músculo-esquelético que es el campo que yo conozco. Hay tantas variables que influyen, que incluso fármacos potentes ( demostrados científicamente ) no tienen ningún efecto. A muchos esta inseguridad les hace huir hacia el cientificismo, en sentido contrario a la ciencia, más lenta y menos resolutiva a corto plazo.
En este sentido me parece importante recalcar que la ciencia no es sólo moverse en el terreno de lo ya demostrado ( eso lo deseamos todos ), si no también plantearse nuevas hipótesis, abrir camino para futuras investigaciones… Recurro a un símil sencillo: a todos nos gusta desplazarnos por amplias autopistas, pero en ocasiones no tenemos otro remedio que avanzar abriéndonos camino a machetazos por el bosque aún a riesgo de elegir un camino equivocado.
Me despido con esta cita que hace unos pocos días me proporcionaba un compañero sobre el premio Nobel de física Heisenberg: "El Universo no sólo es más extraño de lo que pensamos, sino más extraño incluso de lo que somos capaces de pensar": Reconocía su limitación para comprenderlo todo, en lugar de situarse en el centro de la Ciencia para ir impartiendo juicios de veracidad o falsedad.
Es el mismo compañero que hace tiempo escribió el siguiente artículo titulado “ fisioterapia y terapias naturales, ¿sinergia o herejía?”, de lectura obligatoria para aquel profesional con auténtico espíritu científico y un antídoto para el problema que nos ocupa.
No puedo terminar sin felicitar y agradecer a todos aquellos fisioterapeutas que de modo habitual o esporádico han aportado su granito de arena en la investigación en fisioterapia y además han mantenido el espíritu abierto, tolerante, humilde.
Felicidades por tanto a los “investigadores de verdad”.
Gracias Roberto, buena información y formada opinión siempre..Saludos
Comparto todas y cada una de las frases que expones. ¿Qué sería la ciencia sin su capacidad para rectificar lo ya demostrado?
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