El absceso pulmonar es una lesión necrótica y supurativa del parénquima pulmonar que forma una cavidad perfectamente tabicada. Las cavidades son de unos 2 cm de tamaño y están rellenas de pus, y rodeada de tejido inflamado, que provoca necrosis de la zona afectada. La localización y el número de cavidades dependen de la su origen.
Es importante diferenciar el absceso pulmonar de la neumonía necrotizante o gangrena pulmonar, ya que en el segundo caso las cavidades son de menor tamaño y se encuentran diseminadas por todo el pulmón, aunque ambos son procesos similares y cursan con los mismos síntomas.
Es un proceso autolimitado que se trata y se cura. El tratamiento fisioterápico será hospitalario en la habitación del paciente pero si el paciente se encuentra en buen estado puede ir a la sala de tratamiento. En cualquier caso será individualizado.
Etiología del absceso pulmonar.
La causa más habitual es la aspiración en las vías aéreas de material infectado en caso de pacientes con alteración de la consciencia, tras la anestesia y en períodos de intoxicación por drogas o alcohol, procedentes de infecciones bucales o amigdalitis. Este material infectado pasa al parénquima pulmonar y se instaura la cavidad.
El problema surge cuando los mecanismos de defensa del organismo no responden correctamente y se produce inflamación de los tejidos o neumonitis. Dicha inflamación evoluciona en el transcurso de entre una y dos semanas a una necrosis del tejido.
Otras causas de absceso pulmonar pueden ser:
- Neumonía.
- Tuberculosis pulmonar.
- Necrosis de tejido tumoral.
- Necrosis de tejido pulmonar infartado.
- Quistes hidatídicos infectados.
Factores predisponentes:
- Enfermedades dentales.
- Inmunosuprimidos.
- Alcohólicos.
- Enfermedades cardiovasculares (válvula tricúspide, embolia pulmonar,...).
- Personas mayores.
- VIH.
- Pérdida de consciencia.
- Coma.
- Anestesia general.
- Sedación.
- Enfermedades bronquiales obstructivas.
Clínica del absceso pulmonar.
Se trata de una enfermedad de comienzo insidioso, cuyos síntomas pueden recordar a los de un catarro o gripe.
La radiografía muestra una cavidad opaca y cuando el absceso se va liberando se observa un nivel aéreo dentro de la cavidad.
- Fiebre alta.
- Sudoración nocturna.
- Pérdida de peso.
- Escalofríos.
- Tos productiva (en ocasiones hemoptisis).
- Dolor torácico de tipo pleurítico.
- Cianosis.
- Disnea.
Objetivos del tratamiento fisioterapéutico en el absceso pulmonar.
Los objetivos del tratamiento de fisioterapia en el absceso pulmonar son:
- Drenar el absceso
- Conseguir la reexpansión de la zona dañada