Tecnología utilizada ampliamente para el fortalecimiento de fibras musculares, en el tratamiento de fisioterapia se obtienen notables efectos en la recuperación de lesiones y en el aumento de fuerza muscular, el mismo es realizado con un dispositivo que genera impulsos eléctricos que inducen contracciones musculares similares a las que se obtienen con el ejercicio, ésta corriente se transmite a través de electrodos dispuestos sobre la piel y es aplicado por profesionales de la salud. En este artículo vamos a profundizar varios temas sobre la Electroestimulación:
Historia de la Electroestimulación
Los pilares base de la Electroestimulación que conocemos hoy en día, se construyen a mediados del siglo XVIII gracias a varios físicos como el alemán Christian Gottlieb Kratzenstein, al francés Jean Jallabert y el americano Benjamín Franklin los cuales estudiaron los efectos de la electricidad en las fibras musculares. Sin embargo, el hito en la dirección de la Electroestimulación como método de entrenamiento solo tuvo éxito en 1780 gracias al médico y científico italiano Luigi Galvani, el cual realizó experimentos con patas de rana, en donde pudo demostrar que el tejido muscular es eléctricamente excitable.
Ya más adelante en el siglo XIX, investigadores como Michael Faraday y Duchenne de Boulogne diseñaron generadores de energía mecánica para impulsar las áreas musculares locales. Estos dispositivos son hoy considerados como un modelo de estimulación eléctrica moderna. Después del cambio de siglo, las leyes básicas de la electroestimulación fueron establecidas por el investigador francés Louis Lapicque, que llevó a cabo estudios sobre el efecto sobre el sistema nervioso y muscular, y establece la terminología para la electroestimulación.
"En la actualidad se utiliza la electroestimulación tanto en el mundo deportivo como en la fisioterapia."
En 1939, los investigadores encontraron que los mamíferos con estimulación de músculo esquelético artificial pueden lograr mayores fuerzas de contracción que con contracciones voluntarias. Basados en esto, los científicos rusos como el Dr. Yakov Kotz probaron este fenómeno en humanos en 1971, encontrando ganancias de fuerza máxima de 30 a 40 por ciento en los sujetos estudiados. Las publicaciones de Kotz inicialmente fueron secretas, el mismo usó la electroestimulación en el programa de entrenamiento de atletas rusos para los Juegos Olímpicos de 1968, sin embargo sus estudios resultantes se hicieron públicos en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976.
Siendo así en 1988 Gilles Cometti examinó los efectos del entrenamiento con estimulación eléctrica con corrientes de Kotz, en el deporte y la salud. En consecuencia, en la actualidad se utiliza la electroestimulación tanto en el mundo deportivo como en la fisioterapia.
¿Cómo se trabaja con la Electroestimulación?
Inicialmente el fisioterapeuta evalúa la zona a tratar y después de delimitarla coloca los electrodos directamente en la piel, la corriente de electroestimulación que genera el dispositivo fluye a través del un electrodo activo, que se une al área afectada del cuerpo en conjunto con un segundo electrodo, el cual cierra el circuito eléctrico.
Los dispositivos de Electroestimulación permiten la selección de diferentes parámetros, siendo los más importantes la duración del pulso, la frecuencia del pulso, las pausas entre los pulsos individuales y la intensidad del pulso. Dependiendo de las necesidades del paciente, el fisioterapeuta dosifica y coloca los electrodos. Pero básicamente, se puede hacer una distinción entre dos tipos de aplicación en Electroestimulación:
- Electroestimulación con frecuencia media (20 - 50 Hz).
- Electroestimulación con baja frecuencia (1 - 10 Hz).
Debido a los estímulos del dispositivo, los músculos se contraen involuntariamente, durante la estimulación muscular eléctrica, el paciente completa varios ejercicios indicados por el fisioterapeuta para promover de manera más eficaz el trabajo muscular. En general, la terapia con electroestimulación puede durar de 15 a 30 minutos, y el número de sesiones va a variar dependiendo de los objetivos que se quieren alcanzar.
¿Cómo funciona y cuáles son los efectos de la Electroestimulación?
Normalmente, los músculos del cerebro reciben el impulso para trabajar en forma de una señal eléctrica desde la corteza cerebral, éste impulso conlleva a la contracción muscular.
En la Electroestimulación, la estimulación eléctrica es creada artificialmente en un músculo, se utilizan pulsos de baja frecuencia para estimular los nervios subyacentes, que luego responden a los grupos musculares asociados. El músculo no puede distinguir si el impulso proviene del cerebro o del exterior, ósea, de los electrodos adheridos a la piel. Reacciona como siempre al estímulo, se contrae y, como resultado, consume energía a través del trabajo realizado. Básicamente, se distinguir los efectos dependiendo de la frecuencia que se aplique con el dispositivo:
- Electroestimulación con frecuencia media (20 - 50 Hz): a frecuencia media las contracciones musculares son consecutivas rápidamente causando una mejor circulación del músculo con lo cual se promueve la eliminación de productos metabólicos y el músculo recibe mejor oxígeno y nutrientes.
- Electroestimulación con baja frecuencia (1 - 10Hz): a baja frecuencia y mayor tiempo de pulso, hay una tensión intensa del músculo, la contracción inducida es similar al entrenamiento lento con pesas, que apunta a desarrollar músculo y mejorar la resistencia.
Indicaciones y Patologías tratadas con la Electroestimulación
Básicamente, la Electroestimulación está indicada para aumentar eficazmente las funciones del tejido muscular, siendo así está ampliamente indicado para las siguientes circunstancias:
- Atrofia muscular: mejora la fuerza muscular, capacidad funcional, composición muscular y evita el deterioro de la condición física.
- Inmovilizaciones: la estimulación de la musculatura después de una inmovilización permite una rápida recuperación del nivel muscular inicial
- Deficiente rendimiento deportivo: permite desarrollar fuerza y resistencia anaeróbica
- Recuperación deportiva: aumente el trofismo favoreciendo la circulación y arrastrando sustancias de desecho producto de un vigoroso entrenamiento.
- Disminución de la masa muscular en trastornos musculoesqueléticos agudos y crónicos: se logra un trabajo muscular suave de manera continua por medio del cual se mejora la capacidad muscular realizando un trabajo sin apenas déficit de oxígeno.
- Debilidad de los músculos del suelo pélvico: se logra un aumento en el reclutamiento fibrilar de los músculos del suelo pélvico lo que permite un mayor control de las funciones del sistema urinario.
- Sobrecarga muscular: produce una elevación considerable de la segregación de endorfinas y genera un efecto relajante del músculo o grupo muscular sobrecargado.