El objetivo que buscamos con este artículo es el de aclarar al paciente algunos conceptos clave para que pueda entender mejor las semejanzas y diferencias entre un tratamiento de fisioterapia y un tratamiento de osteopatía. No se pretende en ningún caso generar un debate interprofesional con el siguiente texto.
En primer lugar hay que decir que la fisioterapia está reconocida por el sistema nacional de salud (1) y está integrada en hospitales y centros de salud públicos, en diferentes especialidades como neurología, traumatología o pediatría.
La osteopatía está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (2) como una medicina alternativa, pero no tiene el mismo reconocimiento institucional que la fisioterapia atesora en España (sí está reconocida en otros países).
A nivel académico en España, mientras que la fisioterapia se estudia en la universidad durante 4 años, hay una gran problemática con la formación en osteopatía. Al no reconocer las instituciones la osteopatía como una titulación propia, hay una gran diversidad de estudios en medicina osteopática, desde cursos no homologados a postgrados o másteres oficiales, generalmente se estudia como una formación complementaria que se imparte a las personas que han estudiado fisioterapia previamente.
A nivel clínico que es lo que verdaderamente importa al paciente, cabe destacar que la fisioterapia, aparte de la terapia manual, trabaja con agentes naturales como el frío, el calor, la electricidad... Y el instrumento más utilizado en osteopatía son las manos del terapeuta. Muchas de las técnicas son similares en ambas terapias.
Lo que realmente diferencia a la fisioterapia de la osteopatía es el enfoque de tratamiento y la capacidad de diagnóstico (3), siendo la osteopatía mucho más amplia. Con la fisioterapia hacemos un abordaje más analítico de la lesión mientras que con la osteopatía tenemos una visión más global, se intenta llegar al origen del problema, entender cómo el cuerpo ha llegado a desarrollar ese síntoma o esa clínica.
Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo: un dolor en la región lumbar puede venir de un problema a ese nivel pero puede también aparecer por una disfunción en el intestino grueso o tener su origen en la extremidad inferior. Preguntas como: ¿Tiene relación nuestro estómago con el dolor de espalda? ¿Me puede doler la rodilla por un mal apoyo podal? ¿Hay relación entre el hígado y mi dolor de hombro? Tienen una respuesta afirmativa y es ahí donde la osteopatía hace su aparición.
En este vídeo se explica cómo, según la medicina oriental, una alteración emocional puede provocar una alteración visceral y que ésta se refleje en diferentes zonas de la espalda, de forma peculiar en función de qué órgano o víscera se trata:
Para finalizar este artículo y a modo de conclusión recomendamos al paciente que resida en España que acuda siempre a un fisioterapeuta titulado y si además está formado en osteopatía, mayor será la batería de recursos que tenga para dar solución al problema.
(1)https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1356689X15001770?via%3Dihub
(2)https://www.journalofosteopathicmedicine.com/article/S1746-0689(16)30002-5/fulltext
(3)https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD004258/full?highlightAbstract=physiotherapy%7Cphysiotherapi