La cadera es una articulación rica en bursas unas bolsas señoras que protegen los músculos y tendones del roce con las estructuras óseas durante los movimientos de las articulaciones, cuando estas se inflaman o rompen, dan lugar a las llamadas bursitis.
La cadera posee varias bursas la más grande e importante está ubicada entre el glúteo mayor y el tendón del glúteo medio.
¿Cuáles son los síntomas de una bursitis trocantérea?
El síntoma característico de esta patología es el dolor en la región anteosuperior de la cadera que por lo general se percibe durante los cambios de movimiento como pasar de la posición decúbito supino o boca arriba a dormir de lado sobre la zona afectada, también al subir y bajar escaleras o al sentarse con una pierna cruzada.
¿Por qué se origina la trocanteritis o bursitis trocantérea?
Como ya lo mencionamos anteriormente, esta afección se produce por una inflamación en la burla ubicada entre el glúteo mayor y el tendón del glúteo medio, provocando el roce entre la banda iliotibial con el trocánter mayor del fémur, otras causas relacionadas con esta lesión son:
- Traumatismos directos en la cadera
- Artrosis de cadera
- Dismetría de los miembros inferiores
- Realización de movimientos excesivos con la articulación de la cadera
- Alteraciones biomecánicas presentes en el sacro y la columna lumbar
¿Cuál es el tratamiento para la trocanteritis o bursitis trocantérea?
El tratamiento para la trocanteritis o bursitis trocantérea suele ser de tipo conservador, generalmente incluye la prescripción de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos para disminuir el dolor y la inflamación, en algunos casos es posible inyectar corticosteroides en la región afectada para aliviar estos síntomas de manera más rápida, siendo suficiente una sola aplicación. En casos más graves, pero poco comunes, podría ser necesaria la cirugía para drenar o extirpar la bursa afectada.
En cualquiera de los casos anteriormente mencionados, el tratamiento fisioterapéutico es fundamental, la duración del proceso de rehabilitación puede variar de acuerdo a cada paciente, pero generalmente dura de cuatro a seis semanas, el fisioterapeuta utilizará sus conocimientos para crear un protocolo de tratamiento enfocado en las características particulares de cada paciente; sin embargo, este podría incluir en líneas generales, técnicas para disminuir el dolor e inflamación como: crioterapia, electroanalgesia, ultrasonido y vendaje neuromuscular, después de lograr los objetivos aplicara técnicas para recuperar la movilidad, fuerza muscular y la funcionalidad de la pierna, mediante estiramientos, movilizaciones articulares, ejercicios de fortalecimiento, entre otros.