Se habla de una de las lesiones más temidas por los atletas no solo por su sintomatología, sino también por lo que implica y sus consecuencias, consiste en la pérdida de continuidad por parte de las fibras de colágeno que componen el ligamento colateral externo de la rodilla presente en su mayoría en deportistas que practican fútbol, atletismo, rugby, etc.
Pérdida de continuidad de las fibras de colágeno que componen al ligamento lateral externo…
Estadisticamente se ha demostrado que las lesiones del ligamento colateral externo no suelen ser aisladas y además tienen una muy baja incidencia representando casi el 2.5% de todas las lesiones en rodilla afectando por lo general a personas entre los 20-25 y 50-55 años de edad.
¿Cuáles son las causas de la rotura del ligamento colateral externo?
Los factores que influyen en la aparición de ésta lesión pueden llegar a ser muy variados, en su mayoría tienen relación con la práctica deportiva de la persona donde se involucra:
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Movimientos bruscos de cambio de dirección o en Pivot
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Golpes o traumatismos directos que tengan lugar sobre la rodilla
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Debilidad muscular o falta de estabilización activa a nivel de la rodilla
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Sobrecarga muscular y un gran estrés mecánico por las sesiones de juegos continuas sin descanso debido.
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Este tipo de lesión por lo general viene acompañada de una rotura del menisco externo o del ligamento cruzado anterior.
¿Cuáles son los síntomas más comunes en la rotura del ligamento colateral externo?
Al hablar de una rotura ligamentaria las manifestaciones clínicas presentadas serán bastante características donde se mencionan:
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Inflamación presente en la cara lateral de la rodilla
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Dolor agudo y punzante que se agrava durante el movimiento
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Puede haber edematización y retención de líquidos en la zona afectada
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Presencia de inestabilidad articular durante la marcha el apoyo del miembro
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Puede haber crepitación
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Hematoma o enrojecimiento de la zona afectada
Tratamiento para la rotura del ligamento colateral externo
El tratamiento médico aplicado en éstos casos es principalmente quirúrgico, donde se busca realizar un injerto de tendón que cumpla un papel de estabilizador pasivo, además de ello, se puede sugerir la ingesta de analgésicos y antiinflamatorios que ayudan a controlar los síntomas asociados
El tratamiento aplicado desde la Fisioterapia es muy variado, pero tendrá como objetivo principal garantizar la recuperación completa del paciente mitigando los síntomas y regresando la capacidad funcional al máximo aplicando distintas técnicas de tratamiento como:
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Agentes físicos: Ondas de choque, ultrasonido, calor, electroterapia, con la finalidad de mitigar los síntomas
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Ejercicios de fortalecimiento para los estabilizadores activos de la rodilla
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Floss Band: En busca de drenar el edema acumulado
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Uso de vendaje funcional o neuromuscular: Para dar estabilidad y ayudar a los procesos de recuperación propiamente.
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Masaje transverso profundo: En busca de la reorganización de fibras de colágeno y favorecer los procesos de recuperación.