Aunque los ligamentos del tobillo son estructuras sumamente fuertes y resistentes a la tensión y el estrés, ciertos movimientos en los deportes y ciertas actividades cotidianas pueden superar su resistencia conduciendo a lesiones como el esguince de tobillo, el cual ocasiona dolor y notable hinchazón y hematomas en el tobillo que altera o limita la marcha. A continuación, te brindaremos toda la información disponible (tipos, prevención, tratamiento y rehabilitación) sobre esta frecuente lesión de tobillo:
Conocer cómo está constituido el complejo ligamentoso del tobillo te ayudará a entender mejor cuáles son las estructuras lesionadas en un esguince de tobillo, por ello antes de ahondar más sobre esta lesión, te hablaremos un poco acerca de los ligamentos que lo constituyen:
La articulación del tobillo está constituida por la conexión de tres huesos: la tibia, el peroné y el astrágalo. Estos se encuentran estabilizados por tres sistemas ligamentosos:
Complejo del ligamento lateral: tres ligamentos que componen el complejo lateral, son el peroneo astragalino anterior, el peroneo calcáneo y el peroneo astragalino posterior (tienden a lesionarse en ese orden), siendo el lig. peroneo astragalino anterior el que se lesiona con mayor frecuencia, ya que es un ligamento débil del complejo lateral. Aproximadamente el 70% de los esguinces laterales de tobillo involucran solo a esta estructura ligamentosa, frecuentemente se lesiona producto de un mecanismo lesionante de flexión e inversión plantar. El peroneo calcáneo y peroneo astragalino posterior se lesiona comúnmente en los mecanismos de dorsiflexión e inversión.
Ligamento deltoideo: el lig. deltoideo se divide en tres ramificaciones (lig. Tibiocalcáneo medial y los lig. Tibioastragalino anterior y posterior). El lig. deltoides medial es el más fuerte de las estructuras ligamentosas del tobillo y tiende a lesionarse con movimientos de eversión. Las lesiones aisladas del lig. deltoideo son muy poco frecuentes.
Ligamentos sindesmóticos: son los ligamentos tibioperoneo posterior y anterior los que estabilizan el extremo distal de la tibia y el peroné. La distensión de estas estructuras se denomina esguince alto de tobillo, estos ligamentos se lesionan en raras ocasiones, ya que es común que se lesionen los anteriormente mencionados. El mecanismo lesivo que afecta a la sindesmosis es la rotación externa y / o la dorsiflexión del tobillo.
Todos en conjunto guían el movimiento y aseguran que la articulación solo se mueva en cierta medida. Si estos ligamentos están distendidos por razones traumáticas o resultan ser demasiado largos, ya no pueden estabilizar adecuadamente los tobillos por lo que puede conducir a la inestabilidad crónica del tobillo.
El esguince de tobillo es una lesión que producto de un movimiento extremo del tobillo conlleva a la distensión o desgarro de alguna de las estructuras ligamentosas que mantienen el tobillo en su lugar. El estiramiento excesivo o el desgarro parcial de uno o más ligamentos ocasiona dolor, dificultad para caminar e inflamación y como consecuencia de la rotura de los vasos sanguíneos también ocasiona la aparición de hematomas en la ubicación de la estructura ligamentosa lesionada. Generalmente se origina producto de lesiones en deporte tales como: fútbol, basquetbol, balonmano, tenis y en aquellas disciplinas en las que se desarrollen cambios rápidos de posición e inesperados movimientos del pie.
Existe diferentes maneras de clasificar esta lesión, según el tiempo de evolución se puede clasificar como agudo (si ocurrió recientemente) y crónico (si tiene larga data o si ocurre con frecuencia).
Se ha reportado que más de 2 millones de esguinces de tobillo son tratados solamente en los Estados Unidos y en Reino Unido. Estando la mayoría de los casos relacionados a la práctica de alguna actividad deportiva. Muchos estudios que comparan deportes, señalan una tasa de incidencia similar para los esguinces de tobillo al comparar a atletas masculinos y femeninos. Además, múltiples estudios informan una alta tasa de lesiones recurrentes e inestabilidad crónica en pacientes que sufren un solo esguince de tobillo, y hasta el 40% de las personas que sufren un esguince lateral de tobillo notan síntomas y molestias persistentes, esguinces recurrentes e inestabilidad lateral crónica del tobillo.
Más de 2 millones de esguinces de tobillo son tratados solamente en los Estados Unidos y en Reino Unido..."
Esta lesión además representa un notable problema en el ámbito deportivo, ya que los atletas con inestabilidad crónica del tobillo faltan a las prácticas y la competencia, además, que requieren atención de salud continua para lograr mantenerse físicamente activos y mostrar un rendimiento óptimo. De las personas famosas que hayan presentado esta afección destacamos al futbolista Kylian Mbappé quien a mediados del 2020 sufrió esta lesión durante el entrenamiento.
#ÚltimaHora | Kylian Mbappé estará "aproximadamente" tres semanas de baja. Así lo ha confirmado el PSG en un breve comunicado en el que ha informado de la realización de nuevas pruebas al delantero, que sufrió un esguince de tobillo en la final de la Copa de Francia. pic.twitter.com/xILt7DvJsc
— Fanáticos (@Fanaticos21) July 27, 2020
En la mayoría de los casos los síntomas y signos que se presentan están relacionados con el grado de esguince presente. Sin embargo, por lo general las personas al esguinzarse el tobillo ya no pueden apoyar el peso sobre el pie torcido y presentan un dolor de tobillo intenso y persistente. Además del dolor, dependiendo del grado presente, si las estructuras ligamentosas están muy estirados o desgarrados, los vasos sanguíneos pequeños también pueden romperse, por lo que también puede ocurrir hinchazón y la aparición de hematomas sobre el lado interno o externo del tobillo (dependiendo del ligamento lesionado), que puede durar varios días. Estas molestias aumentas lentamente y pueden empeorar. En resumen, los siguientes signos y síntomas son indicativos de esta afección:
Si una torsión o esguince de tobillo se trata de forma inadecuada, es posible que cicatrice mal y que la articulación sea permanente menos estable, por lo que es posible que se instaure un esguince crónico o “mal curado”, lo que significa que la persona afectada tiene mucha menos estabilidad y confianza para caminar, por lo que el pie se tuerce con facilidad y mayor frecuencia. Es por ello que recomendamos que en caso de sufrir una lesión de este tipo busque a su profesional de salud de confianza.
Como ya hemos destacado, existen varios grados de esta lesión, cada uno de ellos presentan síntomas y signos que los diferencian entre sí. Aprende en el siguiente vídeo a detectar y a diferenciar la sintomatología de cada uno con los consejos que te brindará un experimentado fisioterapeuta:
Los esguinces suelen originarse producto de un movimiento rápido o excesivo mientras se está de pie. Los movimientos rápidos y repentinos ocurren especialmente en deportes como balonmano, voleibol, baloncesto y tenis, ya que estos pueden ejercer mucha presión sobre los ligamentos alrededor del tobillo, aumentando el riesgo de esguinces de tobillo como esta. También pueden producirse por frenar demasiado rápido, caerse o acelerar repentinamente en actividades de la vida diaria. Los esguinces de tobillo varían según el mecanismo, la posición del pie y la fuerza de rotación sobre la articulación y las estructuras ligamentosas estabilizadora.
Las estructuras ligamentosas lesionadas van a variar según el mecanismo lesionante:
Si bien se trata de una afección de origen traumático que puede afectar a cualquier persona, existen algunos factores que puede contribuir su aparición, tales como:
Existen varias medidas para prevenir esta afección, por ejemplo, muchos deportistas usan vendas y férulas (tobilleras) durante el entrenamiento. Otra medida preventiva resulta ser los ejercicios de fortalecimiento, coordinación y propiocepción para los músculos alrededor de la articulación del tobillo, ya que estos pueden aumentar la coordinación y la estabilidad del pie a largo plazo.
Es recomendable utilizar un calzado adecuado durante la actividad deportiva, ya que las articulaciones inferiores pueden desgastarse más rápido y volverse más inestables y propensas a sufrir estas lesiones. Tenga en cuenta que también debe abstenerte de usar zapatos de tacón altos, porque estos aumentan el riesgo de padecer esguinces.
Preste atención a la elección del deporte o la actividad física de ocio, tenga en cuenta que el riesgo es mayor en los deportes de pelota y de contacto, que pueden implicar muchos cambios de bruscos movimientos, que, en los deportes más suaves como el yoga, la natación o la caminata.
Si es deportista y ha tenido que hacer una pausa deportiva prolongada debido a una lesión, es muy importante entrenar y acondicionar los músculos de los miembros inferiores primero, antes de retornar a la actividad deportiva. Dicho entrenamiento incluye, por ejemplo, ejercicios en una tabla de equilibrio, a fin de fortalecer los músculos del tobillo y aumentar la propiocepción y coordinación de dicha articulación. De ser posible el entrenamiento debe realizarse dirigido y guiado por un fisioterapeuta.
Si ya has sufrido varios esguinces y quieres prevenir su reaparición, te recomendamos que entrenes los músculos de los miembros inferiores encargados de la estabilización de los tobillos. Con este propósito te dejamos a continuación un vídeo con un entrenamiento que te ayudará a obtener una buena recuperación que te permita el regreso a tu actividad deportiva favorita:
En el diagnóstico diferencial, no sólo se busca diferenciar esta afección de otras lesiones de tobillos, sino también establecer cuál de las estructuras ligamentosas se ha visto afectada. Teniendo esto en claro, podemos decir que los diagnósticos diferenciales relacionados a esta afección de salud son:
El diagnóstico de esta lesión se basa inicialmente en la construcción de la anamnesis mediante el registro de los síntomas característicos: dolor, inflamación y hematomas y la descripción exacta del mecanismo lesionante. Seguidamente, el profesional de salud que esté valorando continua con un examen físico completo, que inicia con la observación de cualquier dislocación o asimetría articular evidente. Posteriormente, evalúa otras características de la articulación:
Existen variadas pruebas manuales usadas en caso de presumir de una lesión en las estructuras ligamentosas del tobillo, el resultado positivo de alguna de ellas puede reflejar cuál ligamento es el afectado, las pruebas más usadas son:
Por lo general, las pruebas y valoraciones anteriormente mencionadas suelen ser suficientes para determinar un diagnóstico certero, sin embargo, un estudio de imagen puede aportan importante información que contribuya a la construcción de un abordaje terapéutico adecuado. Para obtener una mejor valoración, se indican resonancia magnética (RM), ya que, además, de permitir un diagnóstico diferencial porque muestra el estado de otras estructuras, permite evaluar la lesión del tejido ligamentoso y si se evidencia un desgarro o rotura, permite la planificación de la reparación quirúrgica correspondiente del ligamento lesionado.
Los esguinces hinchan rápidamente el tobillo y comienza a doler con la misma rapidez. Por lo tanto, el tratamiento médico inicialmente está enfocado en las primeras 72h posterior a la lesión en el protocolo PRICE (protección, reposo deportivo, hielo, compresión y elevación de la pierna afectada), si bien, algunos médicos aún inmovilizan la articulación lesionada y prohíben la descarga de peso, múltiples estudios científicos han evidenciado, que la descarga temprana de peso con apoyo (venda de compresión elástica o una bota ortopédica) mejora el regreso a la actividad deportiva, el regreso al trabajo, reduce la hinchazón, mejora el rango de movimiento y la recuperación del paciente. Por lo tanto, no es recomendable la inmovilización total del miembro.
Aunque frecuentemente no se indican medidas farmacológicas, en algunos casos es posible que los médicos indiquen ungüentos o geles analgésicos para aliviar el dolor y el uso analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol con el mismo propósito. Adicionalmente los médicos indican fisioterapia, como parte del tratamiento. Estas medidas conservadoras a menudo no son suficientes en esguinces graves (grado III), lesiones complicadas y esguinces crónicos.
La cirugía es muy poco frecuente y sólo es indicada en casos muy particulares. El procedimiento quirúrgico más usado tobillo es el procedimiento Brostrom Gould mediante artroscopia, en el cual el cirujano repara el ligamento lesionado mediante suturas absorbibles. Otras opciones quirúrgicas incluyen reconstrucciones anatómicas con injerto de tendón de otras zonas del cuerpo.
Obtén más información sobre todos los tratamientos médicos disponibles en el siguiente vídeo, explicados por un médico traumatólogo, especializado en traumatología y ortopedia:
El tratamiento fisioterapéutico está enfocado en restaurar el rango de movimiento, seguido de la propiocepción, el control neuromuscular y la fuerza muscular (especialmente de los músculos peroneos) para ayudar a prevenir los esguinces recurrentes. La fase de fortalecimiento debe comenzar una vez que la inflamación y el dolor hayan disminuido y el paciente demuestre un rango de movimiento completo (activo y pasivo). Por lo tanto, inicialmente las intervenciones y las herramientas terapéuticas usadas están enfocados en brindar analgesia y desinflamación a la persona lesionada, algunas de ellas son:
Los aparatos ortopédicos y los vendajes funcionales son medidas terapéuticas útiles en las primeras fases de fortalecimiento, así como cuando al paciente se le indica retorno a la actividad deportiva. La fase de fortalecimiento puede comprender los siguientes ejercicios, que serán dosificados según las características de cada paciente:
Con el entrenamiento físico se busca restablecer las amplitudes normales de movimiento, la potencia muscular, control neuromuscular, resistencia muscular, propiocepción, agilidad y coordinación de la persona lesionada. Una vez se hayan rehabilitado todas estas funciones y no exista la presencia de síntomas o molestias, se empieza la fase de readaptación deportiva, antes de indicar el retorno al deporte, con la finalidad de asegurar una recuperación completa y evitar lesiones recurrentes e inestabilidad crónica del tobillo.
Entendemos que las lesiones en los tobillos requieren un abordaje terapéutico constante, que frecuentemente no se lleva a cabo por el olvido de las indicaciones dadas por el fisioterapeuta. Es por ello que a continuación te dejaremos vídeos de nuestro canal de YouTube FisioOnline que te ayudarán a continuar con el tratamiento fisioterapéutico desde tu casa. Cada uno de estos vídeos son realizados por profesionales especializados en fisioterapia y rehabilitación, que de manera amena y didáctica te explicarán como deshacerte de las molestias en los tobillos mediante ejercicios, automasajes, estiramientos y otras recomendaciones:
En el presente vídeo se explican los conceptos para entender qué es un esguince de tobillo o rotura parcial del ligamento del tobillo y cómo es su proceso de curación, dos conceptos necesarios para comprender por qué una inmovilización total con escayola no supone más que un perjuicio para la curación del esguince de tobillo, favoreciendo las secuelas o la cronificación del esguince y facilitando que se convierta en un esguince repetitivo.
A continuación, te mostraremos un protocolo terapéutico enfocado en la fase inicial de esta afección el cual está compuesto de medidas fisioterapéuticas tanto pasivas (baños de contraste) como activas, tales como estiramiento, fortalecimiento, técnicas de bombeo y automasajes:
Siguiendo con las medidas terapéuticas expuestas en el pasado vídeo, te mostramos cómo tratar un esguince de tobillo en la fase media mediante medidas terapéuticas tales como: baños de contraste frío-calor, ejercicios de equilibrio y propiocepción, auto masajes de gemelos y sóleo y estiramientos de gemelos y sóleo:
Hay ciertas y determinadas herramientas a utilizar en el tratamiento de un esguince de tobillo, según la fase en la que se encuentre. En el siguiente vídeo te explicaremos cuáles debes utilizar durante la fase final del tratamiento.
Para lograr una recuperación total y evitar la aparición de nuevas lesiones, son fundamentales los ejercicios de propiocepción del tobillo. Si quieres aprender cómo realizarlos correctamente te recomendamos ver el siguiente vídeo:
En caso de sufrir de estas lesiones con frecuencia, te mostramos como tratar un esguince crónico y lograr su completa curación en el siguiente vídeo:
La mayoría de los esguinces de tobillo de primer y segundo grado se tratan y resuelven con éxito en tres y cuatro semanas con modalidades terapéuticas conservadoras, pero, en algunos casos se puede evidenciar inestabilidad recurrente y disfunciones asociadas. Sin embargo, un reconocimiento temprano de estas posibles lesiones concomitantes y el tratamiento adecuado puede resolverlas. Con respecto a las lesiones de tercer grado, estas suelen tardar algunas semanas e incluso algunos meses en sanar.
Si quieres saber que ocurre después de una torcedura de tobillo, cómo se repara y cuáles son los factores que pueden promover y desfavorecer su curación, te recomendamos darle un vistazo al siguiente vídeo, en donde un profesional y experto fisioterapeuta te explicará con detalle cuanto tardar el cuerpo en reparar esta afección y que factores pueden acelerar el tiempo de curación: