¿Tienes dolor entre los dedos de los pies? ¿dicho dolor se incrementa al caminar o correr? Si son afirmativas tus respuestas, es muy probable que padezcas de Metatarsalgia. El uso de un calzado inadecuado o apretado, alteraciones en la pisada y deformidades en los pies pueden promover la aparición del dolor en las cabezas de los metatarsianos. Conoce más acerca de la metatarsalgia en el artículo a continuación:
Dado que existe una amplia variedad de estructuras anatómicas alrededor de la zona afectada por la metatarsalgia, es importante que antes de ahondar en esta afección, hablemos un poco acerca de la anatomía de la zona en donde se desarrolla: el antepié.
Anatómicamente el pie se encuentra dividido en tres partes; de proximal a distal se encuentran: el retropié (en donde se encuentra la articulación del tobillo y el calcáneo), seguido del mediopié (formado por el escafoides, el cuboides y las tres cuñas) y finalmente el antepié (constituido por los huesos metatarsianos y las falanges de los dedos del pie). En esta última zona se encuentran las articulaciones metatarsofalángicas, las cuales se encuentra rodeadas de una cápsula articular y guarda relación con bursas, ligamentos (colaterales propios y accesorios; metatarsianos transversos profundos o superficiales), tendones (extensores y flexores) y músculos (interóseos y lumbricales) inervados principalmente los nervios y vasos plantares. Al caminar, durante la fase de propulsión, este punto se ve cargado con todo el peso del cuerpo, si este peso no se distribuye equitativamente en la zona del antepié (principalmente sobre las cabezas de los metatarsianos), esto puede provocar una sobrecarga de las estructuras anatómicas mencionadas y consecuentemente puede conducir a la aparición de metatarsalgia.
Etimológicamente la metatarsalgia se compone de los términos griegos “metatarso” (referente a los huesos metatarsianos) y “algos” (algia=referente a dolor). En el ámbito médico se usa el término metatarsalgia cuando se habla de la presencia dolor en el mediopié, especialmente sobre en la parte donde comienzan los dedos del pie. Generalmente el dolor que se desarrolla debajo de una o más cabezas de los huesos metatarsianos aparece con el estrés, o sea, al caminar, correr o trotar. La causa de esta dolencia como hemos comentado suele ser una distribución incorrecta de la carga entre las cabezas de los metatarsianos, como consecuencia de un pie plano, dedos en martillo, dedos en garra, hallux valgus o hallux ridigus. Sin embargo, también puede estar asociada a un pinzamiento nervioso (neuroma de Morton), artrosis o enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
La #metatarsalgia produce dolor considerable en la zona que se indica en la imagen pic.twitter.com/Go7L5LOFs9
— Feet & Shoes (@medueleelpie1) November 27, 2017
Se distinguen los tipos de metatarsalgias según el factor causal relacionado, siendo así hablan de:
Algunos médicos hablan de un tercer tipo: metatarsalgia iatrogénica: la cual aparece como consecuencia de una mala intervención médica, que altera la biomecánica del pie y conduce al aumento del estrés y la presión sobre el antepié. Algunos ejemplos de estos son: una alineación inadecuada de un juanete o de un pie plano.
Se trata de una afección muy frecuente, siendo considerada la segunda causa de dolor corporal recurrente después del dolor lumbar. Más del 35% de las personas de 65 años padecen metatarsalgia. La incidencia de esta dolencia es aproximadamente del 5-36% y suele afectar a las poblaciones que mantienen en presión constante las almohadillas plantares, tales como deportistas que participan en deportes de alto impacto (tenis, fútbol, béisbol y fútbol americano). si bien los deportistas corren mayor riesgo de padecerla, las mujeres que usan frecuentemente tacones tienen un alto riesgo de padecerla, ya que el uso de este calzado coloca todo el peso del cuerpo sobre la cabeza de los metatarsianos, lo que progresivamente conduce a la aparición de alteraciones en esta zona del pie.
Se trata de una afección muy frecuente, siendo considerada la segunda causa de dolor corporal recurrente después del dolor lumbar..."
La persona afectada por una metatarsalgia presenta notable dolor en la zona del metatarso, que incrementa especialmente cuando se ejercita o cuando se aumenta la tensión sobre el mediopié. Además del dolor que generalmente está relacionado a la cantidad de estrés generado, suele haber formación de callos en el área del metatarso, lo que provoca la sensación de tener una piedra en el zapato, sensación que puede resultar incómoda y molesta cuando se camina. La metatarsalgia rara vez muestra otros síntomas y cuando están presentes otras molestias, estas están relacionadas con una enfermedad subyacente.
Lo que queremos decir, es que, si el paciente padece la forma secundaria de esta dolencia, existe el riesgo de que aparezca la clínica relacionada con la enfermedad subyacente, como gota u artrosis. Si una fractura ósea es la causa de la metatarsalgia, existe el riesgo de enrojecimiento e hinchazón y la formación de un hematoma (equimosis). Ahora bien, si el pinzamiento o la compresión de un nervio es la causa de esta dolencia, la persona afectada puede padecer hormigueo o entumecimiento de los dedos del pie, además del dolor.
Como se mencionó anteriormente, los tipos de metatarsalgias se dividen en tres tipos que varían según las causas asociadas: primarios, secundarios o de origen iatrogénico. Las causas primarias son las que frecuentemente esta dolencia, conozcamos que otras a continuación:
En casos muy raros, la necrosis ósea aséptica (enfermedad de Köhler tipo II), un tumor óseo o una inflamación crónica del periostio (edema óseo) pueden ser la causa de esta dolencia.
Para prevenir la aparición de una metatarsalgia se debe tener en cuenta los factores causales anteriormente mencionado, especialmente aquellos que pueden ser modificables. Esto significa que la disminución de peso y la adecuada selección del calzado que use en el día a día son una de las primeras medidas preventivas recomendadas. El calzado debe tener la mejor suela posible y debe contar con un diseño que resista y amortigüe las irregularidades del piso donde se entrena.
En caso de alteraciones en la morfología del pie, podría resultar útil el uso de plantillas ortopédicas que se adapten de manera óptima a la forma del pie. Es particularmente importante destacar los efectos nocivos que puede tener el uso de tacones en la salud de los pies (juanetes, neuroma de Morton, dedos en garra y por supuesto la metatarsalgia), por lo que otra medida preventiva para evitar padecer de esta dolencia es evitar o minimizar el tiempo de uso de zapatos de tacón tanto como sea posible.
La selección de un calzado adecuado es una de las principales medidas profilácticas orientadas a reducir el riesgo de sufrir de metatarsalgias. Sabemos que existen muchas dudas respecto a este tema, por ello queremos enseñarte en el siguiente vídeo las características de un calzado adecuado, con la finalidad de que al momento de comprar zapatos o zapatillas selecciones aquellos que se adapten mejor a tus pies:
Muchas enfermedades y lesiones pueden conducir a la aparición de dolor en el metatarso, sin embargo, algunos diagnósticos no guardan relación directa con los metatarsianos, por lo que se debe tener en cuenta antes de diseñar un plan terapéutico para resolver esta afección. Algunos de los diagnósticos diferenciales más destacables son:
El diagnóstico se puede realizar sobre la base de los síntomas descritos anteriormente, los hallazgos encontrados en el examen físico y los estudios de imagenología realizados. Inicialmente para poder realizar el diagnóstico de metatarsalgia se requiere un detallado interrogatorio entre el profesional de salud y el paciente (anamnesis), en la que, entre otras cosas, se analiza la selección del calzado de paciente y lo hábitos cotidianos, pero además se analiza cualquier antecedente médico, como artrosis o fracturas.
La inspección, es decir, la observación clínica del pie, puede ser útil en la valoración diagnostica porque el médico puede identificar cualquier deformidad, pero la detección de la metatarsalgia no se puede realizar de esta manera. Por tanto, es importante que el médico también palpe el pie. En caso de esta dolencia se puede evidenciar la presencia de callos (hiperqueratosis plantar) en la zona del metatarso, y puede darse el caso de que la presión con los dedos sobre el metatarso provoque dolor. Además, la valoración palpatoria también sirve para determinar si la almohadilla de grasa protectora debajo del pie es más estrecha de lo que sería normalmente.
Con la información obtenida con estos métodos de valoración: anamnesis, inspección, palpación y examen físico, generalmente se puede concluir una metatarsalgia con gran certeza. Sin embargo, la causa de esta puede no estar del todo clara, por lo que el médico también puede solicitar un estudio de la marcha en busca de factores causales biomecánicos, así como también estudios de imagen (radiografías, resonancia magnética), especialmente si existe la sospecha de una fractura en la zona del metatarsiano.
El médico puede tratar esta dolencia de manera conservadora o quirúrgica, la selección de un abordaje sobre otro depende directamente de la causa del dolor.
Una de las medidas conservadoras más importantes es que el paciente reemplace el calzado inadecuado por un calzado adecuado a las características del pie. Es frecuente, que esta simple medida sea suficiente para mejorar los síntomas de forma notable, ya que esto permite que el pie se recupere por sí solo. Si el dolor es causado por una distribución incorrecta de la carga en las cabezas de los metatarsianos, otra indicación conservadora es el uso de plantillas ortopédicas confeccionadas para amortiguar los desbalances presentes, esta intervención puede ocasionar positivos efectos en 4 semanas aproximadamente. Si existe la presencia de una molesta hiperqueratosis plantar, un podólogo puede retirarla eficientemente. Otras medidas terapéuticas conservadoras indicadas por los médicos es el uso de analgésicos tantos orales como en forma de gel, así como también el uso de hielo sobre la zona dolorida y fisioterapia.
Si existe la presencia de una molesta hiperqueratosis plantar, un podólogo puede retirarla fácilmente... "
Si posterior a 6 meses de tratamiento conservado, no se presenta una modificación o reducción de la intensidad de la dolencia, se considera una medida operatoria para solucionar la causa del dolor. La posición de las cabezas o los huesos de los metatarsianos afectados las puede corregir el cirujano mediante una osteotomía (percutánea o abierta) para mejorar la distribución de las cargas sobre el pie. A veces el cirujano realiza un procedimiento de corrección adicional, en el caso de la presencia de desalineación de los huesos de los dedos o del talón. Cada caso es distinto, por lo que el médico puede ofrecer una técnica quirúrgica diferente en cada caso.
Los abordajes fisioterapéuticos disponibles al igual que los tratamientos médicos van a variar según el factor desencadenante de esta dolencia, sin embargo, inicialmente el fisioterapeuta busca aliviar los síntomas presentes para lograr tratar efectivamente las causas y alteraciones biomecánicas que aumenten la presión sobre la zona del antepié. Los tratamientos de fisioterapia incluyen:
Una vez aliviadas las molestias presentes, el fisioterapeuta procede a diseñar un plan de entrenamiento focalizado en la modificación (en la medida de los posible) de los factores causales biomecánicos que estén ocasionado el dolor en el metatarso. Algunos ejercicios clave en la rehabilitación de esta afección son:
Esta dolencia puede resultar eterna y repetitiva si no se mantiene un tratamiento constante, es por ello que hemos preparado variedad de vídeos con importante información que te ayudará a continuar con el tratamiento médico y fisioterapéutico desde tu casa. Cada uno de estos vídeos son realizados por profesionales fisioterapeutas, los cuáles de manera amena y didáctica te explicarán como deshacerte de las molestias mediante ejercicios, estiramientos, automasajes entre otras recomendaciones en los vídeos de nuestro canal de YouTube FisioOnline:
El dolor que aparece en la planta del pie y la zona de los metatarsos puede resultar muy incapacitante, aminorar esta dolencia es posible mediante la técnica de auto masajes, queremos mostrarles a los pacientes con este diagnóstico, como llevar a cabo esta técnica de manera efectiva, para ello te recomendamos ver el siguiente vídeo:
Otra técnica de automasaje que puede aliviar el dolor de la planta del pie es la que te mostramos en el siguiente vídeo, en donde podrás obtener una notable analgesia del dolor con ayuda de una pelota:
Las secuencias de movimiento del tobillo y pie deben optimizarse y, en paralelo, el cuerpo debe aliviarse lo suficiente para lograr la curación más efectiva posible de esta dolencia. Basados en estos objetivos te presentamos a continuación un protocolo de tratamiento constituido por ejercicios, estiramiento y técnicas de masaje:
Dada la variedad de factores causales subyacentes, es difícil establecer un tiempo de curación, en ocasiones puede desaparecer inmediatamente una vez retirado el calzado inadecuado o puede permanecer por meses hasta que se logren las correcciones anatómicas necesarias. Sin embargo, la mayoría de los casos se logran solucionar de manera efectiva en poco tiempo mediante medidas terapéuticas conservadoras. Pero, teniendo en cuenta que algunos aspectos anatómicos a menudo no pueden eliminarse por completo mediante medidas conservadoras, por lo que se indica cirugía. Aunque en la mayoría de los casos estas cirugías resultan ser exitosas. Algunas pueden, si no se realizan de forma correcta, provocar la reaparición de molestias (metatarsalgia iatrogénica).
Es imporntante destacar que sin la cooperación del paciente, tanto las medidas conservadoras como quirúrgicas ofrecen mejorías temporales. El paciente debe aprender a reaccionar a las señales de su organismo, el dolor se presenta por una razón, ante la presencia de dolor en los metartarsos se debe buscar ayuda profesional y realizar los cambios necesarios a su debido tiempo. Además, si no se mantienen las recomendaciones terapéuticas establecidas, es posible que el paciente curado pueda recaer en esta dolencia en cualquier momento a futuro.