Ese molesto dolor de talón que aparece durante el entrenamiento, puede ser originado por una tendinopatía o tendinitis de Aquiles. inicialmente esta tendinopatía ocasiona dolor ocasional, sin embargo, a medida que progresa se convierte en una verdadera pesadilla para quien lo padece. Esta afección no es infrecuente en el deporte, pero no por ello, sólo afecta a deportistas. A continuación, hablaremos sobre su origen y explicamos cuales son los tratamientos y medidas preventivas para evitar la instauración de esta lesión:
El término tendinitis de Aquiles nos indica inflamación del tendón de Aquiles, sin embargo, en la actualidad este término está en desuso, ya que se ha comprobado que no logra abarcar todas las características patológicas de esta lesión de tobillo. Un término más adecuado, pero menos usado, es la tendinopatía de Aquiles, el cuál abarca tanto los problemas inflamatorios (tendinitis) como los degenerativos (tendinosis) presentes en esta patología. Siendo así podemos decir que la tendinopatía o tendinitis de Aquiles es una patología que implica la inflamación y cambio degenerativo gradual (irritación, microrroturas) en el tendón de la parte posterior de la pierna y, a veces, del tejido circundante.
Esta afección degenerativa a menudo es causada por una carga constante del tendón, asociada a distintos factores causales. Sobre todo, las deformidades de pies o piernas, como un pie plano o una posición arqueada de rodillas, promueven la irritación del tendón de Aquiles. Pero también las personas con enfermedades o trastornos metabólicos como diabetes, artritis o sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollarla. Generalmente puede ser tratada de manera conservadora mediante fisioterapia. Para ello, primero se debe determinar la carga estresante (actividades laborales o deportivas) y seguidamente pausarla momentáneamente hasta que el tendón se encuentre recuperado.
Los cambios degenerativos graduales en el tendón, desmejoran su capacidad de soportar cargas por lo que la evolución de esta patología, puede conducir a largo o corto plazo a la rotura del tendón de Aquiles.
Esta estructura tendinosa conecta el tríceps sural (gemelos, sóleo) con el talón y se trata del tendón más fuerte del cuerpo humano, por lo que puede soportar enormes cargas. Esta estructura permite que el talón se levante del suelo cuando se está de pie, lo que quiere decir, que nos permite ponernos de puntillas. Cuanto más rápido y fuerte es el movimiento de flexión plantar del tobillo, mayor es la tensión que se ejerce sobre el tendón. Esta sobretensión en el Aquiles es frecuente en ciertos deportistas, especialmente en aquellos que practican disciplinas que impliquen correr o trotar cuesta arriba (corredores, escaladores entre otros atletas).
En la actualidad, esta afección es clasificada según la zona de mayor degeneración, siendo estas las siguientes:
Esta patología afecta tanto a personas que practican deportes de competición o recreativos, así como a aquellas que no son activas. Tiene una incidencia acumulada de lesiones de por vida de aproximadamente el 24% en atletas. Las lesiones relacionadas con la carrera o running tienen una prevalencia entre el 11% y el 85% o entre 2,5 y 59 lesiones por cada 1000 horas de carrera. Los corredores de maratón tienen la mayor incidencia de tendinopatía de Aquiles, con una incidencia del 7,4%. Como hemos destacado anteriormente, esta afección puede conllevar a la rotura de esta importante estructura tendinosa. Con respecto a esto, la tasa de incidencia general de roturas producto de una tendinopatía de Aquiles es de 2,1 por 100 000 individuos-año, la mayoría de las roturas se producen en hombres, con una relación de 3,5 a 1 hombre / mujer. De las personas que presentado esta afección destacamos al futbolista Jorge Fucile quien padeció esta tendinopatía en 2018.
AHORA | Nos informa la sanidad que Jorge Fucile fue exigido físicamente hoy por la mañana (tendinitis en el tendón de Aquiles) y respondió de buena manera. Será titular en el lateral izquierdo. pic.twitter.com/8b1O0cCKAs
— PASIÓN TRICOLOR ((1010 AM)) (@PasionTricolor1) February 7, 2018
En general, los síntomas de la tendinitis de Aquiles o aquilea aparecen por primera vez al principio o al final del entrenamiento o la actividad deportiva, durante los cuales los pacientes suelen comenzar a sentir alivio del dolor. El dolor suele depender de la carga. Si la irritación a la estructura tendinosa continúa, el dolor posterior de talón persistirá incluso después del ejercicio y el tendón de Aquiles puede inflamarse. Ciertos movimientos cotidianos que estiran el tendón de Aquiles, por ejemplo. subir escaleras causa un dolor particularmente intenso. Si el tendón está inflamado, se puede sentir un engrosamiento del tendón de Aquiles, y si lo presiona, sentirá dolor por presión. En casos extremos, es posible que escuche un crujido o sienta nódulos en el tendón causados por la acumulación de fibras. En resumen, los signos y síntomas que indican la presencia de esta tendinopatía son:
Cuando se cronifica dicha tendinopatía, el dolor se presenta durante semanas o meses. Incluso el dolor permanece casi igual con cualquier tipo de ejercicio o actividad deportiva, siendo particularmente severo.
Las causas de la tendinitis de Aquiles son diversas, pero en la mayoría de los casos el estrés y la sobrecarga es el factor más importante en el desarrollo de esta tendinopatía. Cualquier persona, independientemente de las condiciones de vida o del esfuerzo físico al que se ve expuesto, puede verse afectada por esta afección. Siendo los corredores, jugadores de pelota (futbolistas, rugbistas, tenistas) y los bailarines particularmente los más afectados. Existen causas que pueden conducir al aumento de la tensión sobre el tendón de Aquiles, dichas causas favorecedoras son:
Los procesos degenerativos naturales de las estructuras tendinosas no se pueden prevenir. Sin embargo, existen factores de riesgo asociado al origen de esta tendinopatía que pueden ser modificados por simples acciones:
Para que cumplas a cabalidad las medidas preventivas anteriormente expuestas, dale un vistazo al siguiente vídeo en donde aprenderás como combatir eficazmente las contracturas y sobrecargas de los gemelos, que promueven la instauración de una tendinopatía aquilea:
La región posterior de la pantorrilla no sólo se ve implicada en esta tendinopatía, también se encuentran relacionada con otras importantes estructuras del tobillo, por lo que guarda relación con otras lesiones en el tobillo, es por ello que es importante llevar a cabo un diagnóstico diferencial antes de dar inicio a cualquier abordaje terapéutico. Conoce los diagnósticos diferenciales de esta tendinopatía a continuación:
Teniendo en cuenta que estados avanzados de degeneración pueden conllevar a la rotura del tendón de Aquiles, es importante en el diagnóstico diferencial, confirmar si el dolor está asociado a una tendinopatía o se trata de una rotura.
El diagnóstico de tendinitis de Aquiles generalmente se puede hacer sobre la base de los síntomas descritos por el paciente y la información obtenida a través de un examen físico en el que siempre se compara el tendón de Aquiles sintomático con el lado opuesto. En el examen físico, el especialista se puede notar hinchazón, enrojecimiento, sobrecalentamiento o incluso edema en el lado afectado. En el examen físico se puede detectar la presencia de una rotura de tendón de Aquiles, mediante la aplicación de la prueba de Thompson. Sin embargo, la confirmación de una tendinopatía sólo es posible mediante estudios de imagen, los cuales ponen en evidencia el estado de la estructura tendinosa y de los componentes adyacentes.
Pruebas de imagen utilizadas para diagnosticar la tendinopatía de Aquiles:
Según la gravedad de la tendinopatía el tratamiento médico puede variar entre un abordaje conservador y uno quirúrgico. En resumen, las opciones de tratamiento disponibles actualmente para tratar esta tendinopatía son.
Debido a la efectividad del tratamiento conservador, la cirugía se considera en muy pocos casos. En principio, el cirujano puede realizar la operación de forma ambulatoria, en el caso de una cirugía hospitalaria, la estancia hospitalaria suele ser de uno a dos días como máximo. La cirugía se realiza con anestesia local o general y suele tardar alrededor de media hora, generalmente los cirujanos la realizan de manera mínimamente invasiva, lo que significa que solo es necesaria una pequeña incisión en la piel. El objetivo de la operación es eliminar el tejido engrosado y la bursa inflamada. De ser necesario el cirujano eliminará las osificaciones o calcificaciones presentes.
Si la degeneración está muy avanzada, puede que el cirujano necesite realizar una incisión en la piel más grande para ver la longitud completa del tendón. Esto es necesario porque se debe eliminar cualquier tejido muerto en la extensión de la estructura tendinosa. Después de la operación, la parte inferior de la pierna afectada se inmoviliza con una férula durante algunas semanas para que el tejido se recupere y sane adecuadamente. Es importante que la funcionalidad del Aquiles se restaure mediante medidas de rehabilitación adecuadas, por lo cual la mayoría de los médicos refieren al paciente a fisioterapia después la operación.
Cuando la degeneración está muy avanzada es posible que las fibras tendinosas del Aquiles se empiecen a desgarrar progresivamente hasta su completa rotura. Si es el caso, el abordaje médico es diferente. Conoce como es la cirugía en caso de rotura y cual es el tratamiento fisioterapéutico de la boca de un experto traumatólogo especializado en el tratamiento de estas lesiones:
Generalmente los tratamientos médicos solo tienen como objetivo eliminar los síntomas, es decir, el dolor. Sin embargo, no se tiene en cuenta la causa del dolor, por lo que la analgesia obtenida en varios tratamientos perdura por un breve período de tiempo. Desde la fisioterapia se busca tratar las causas que conllevaron a la formación de esta tendinopatía, por lo que antes de iniciarse cualquier intervención con fines terapéuticos, el fisioterapeuta lleva a cabo una valoración exhaustiva del paciente afectado, con la finalidad de detectar los factores causales que conllevaron a la degeneración e inflamación del tendón de Aquiles. Una vez establecidos los factores causales presentes, generalmente biomecánicos, se procede a realizar intervenciones tantos activas como pasivas, tales como:
Para comenzar, es necesario explicar de qué trata el Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, la misma trata de una nueva visión terapéutica con bases teóricas en la Medicina Tradicional China (Medicina Oriental), este tipo de medicina ha investigado durante mucho tiempo, la relación que tiene algunas emociones con concretos órganos y vísceras, estableciendo que ciertas alteraciones emocionales pueden contribuir al desarrollo de una disfunción visceral. Una vez instaurada una disfunción visceral, la misma puede repercutir en el sistema musculoesquelético, alterando el tono muscular y la biomecánica intervertebral de ciertas regiones, debido a la conexión existente formada por el sistema nervioso simpático y parasimpático. Pero no sólo las emociones pueden provocar la alteración de un órgano o víscera, las alteraciones nutricionales y el mal manejo del estrés contribuyen a la instauración de una disfunción visceral que finalmente genere alteraciones en el sistema musculoesquelético.
Toda esta relación la podrás ver ejemplificada en el siguiente diagrama:
Frecuentemente el tratamiento de la tendinitis de Aquiles o aquilea suele resultar infructuoso, con evolución lenta, tendencia a las recidivas y por ende a la cronicidad. esto se debe por un lado a las características de este tendón, pero también porque en los abordajes terapéuticos se suele tener en cuenta los factores físicos y biomecánicos como: trabajos repetitivos y exceso de ejercicio, dejando de lado, y no se da importancia a otros factores igual de importantes como la disfunción visceral.
Los órganos implicados en el origen de esta tendinopatía según nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, son la vejiga y el riñón.
Estas disfunciones ocasionan la aparición de bloqueos articulares en la región lumbar (L5-S1), estos bloqueos conducirán a la irritación de las raíces nerviosas, lo cual provocará una afectación del segmento medular correspondiente, originado seguidamente un aumento constante del tono muscular de los gemelos y por ende tensión constante sobre el Aquiles, que finalmente provocará la degeneración de este tendón. Ambas disfunciones pueden originarse por variados factores que a continuación te explicaré:
Todos estos factores influyen negativamente en la salud del sistema musculoesquelético de la zona lumbar y de la pantorrilla, originando además bloqueos articulares a nivel lumbar, que principalmente favorecen la tendinitis de Aquiles.
La tendinopatía de Aquiles puede tardar mucho en curarse; para evitar que con el tiempo aparezca un engrosamiento del tendón y la pérdida de elasticidad, es necesario mantener una continuidad y constancia del tratamiento fisioterapéutico indicado. Por ello queremos brindarte las herramientas terapéuticas necesarias para que continúes tu proceso de rehabilitación fisioterapéutica en casa, por ello te dejamos a continuación variedad de vídeos de nuestro portal FisioOnline en YouTube.
Es importante destacar que es necesario dejar suficiente tiempo para que sane el tendón de Aquiles antes de volver a ejercer presión sobre él, de lo contrario existe el riesgo de tendinitis crónica. Es por ello, que una de las medidas terapéuticas más frecuentemente usadas inicialmente es la inmovilización del tobillo. Si quieres conocer cuándo, cómo y porque se usa una tobillera te recomendamos ver el siguiente vídeo:
La técnica de automasaje ofrece notables beneficios en cuanto a la disminución del dolor de esta afección por lo que te dejamos a continuación las directrices necesarias para realizarlo de manera correcta:
En el siguiente vídeo te mostraremos un protocolo terapéutico para tratar esta patología aquílea, el protocolo está constituido por ejercicios, estiramientos y masajes específicos:
El punto de vista médico es muy importante para el manejo y solución de esta afección, por ello te recomendamos ver el siguiente vídeo en donde un médico traumatólogo experimentado en esta área, te explicará detalladamente como se diagnóstica y trata con fisioterapia y cirugía esta afección:
Aunque los factores biomecánicos prevalecen en el origen de esta tendinopatía, cómo destacamos anteriormente existen otros factores que frecuentemente no son tomados en consideración, por lo que a continuación te mostramos otra alternativa terapéutica, más natural:
Un buen pronóstico es posible con un abordaje terapéutico precoz y adecuado para el caso. Si esta tendinopatía ocurre por primera vez y se trata rápidamente, la lesión generalmente se cura sin ningún daño consecuente. En cambio, si los afectados ignoran los primeros signos de esta tendinopatía o no dejan suficiente para que esta se cure, puede cronificarse y resultar muy difícil de tratar.
La duración de la tendinitis aquílea depende de la gravedad y de la evolución de la patología.
En el caso de ser aguda, se puede suponer que el proceso de curación total demorará aproximadamente un mes. Por el contrario, una lesión crónica requerirá mucho más tiempo. Dependiendo de qué tan bien funcionen las diferentes terapias, se debe esperar un período de curación de tres meses a un año. El tiempo de curación puede verse extendido en ciertos casos, especialmente en los casos que haya sido necesaria una cirugía. A pesar de los tiempos anteriormente nombrados, desafortunadamente, no es posible especificar cuánto tiempo tarda en sanar una tendinitis aquílea, en algunos casos pueden durar algunas semanas, mientras que en otros puede requerir de meses para su curación.
Si quieres comprender mejor como es el proceso de recuperación de la tendinitis aquílea, te recomendamos ver el siguiente vídeo en donde un profesional fisioterapeuta te brindará toda su experiencia sobre el proceso de curación de la tendinitis aquílea, que te ayudará a entender que factores pueden promoverla o retrasarla: