Las lesiones tendinosas en el ámbito deportivo son, desgraciadamente, uno de los enemigos más tenaces y peligrosos de cualquier deportista, ya sea amateur o profesional
Lo más habitual cuando alguien nota molestias o empieza a tener dolor tendinoso es que se haga una serie de preguntas.
¿Debo dejar de entrenar? ¿Puedo ponerme hielo? ¿Debo tomar algún medicamento anti-inflamatorio? ¿Por qué tengo tendinitis si hasta ahora no me había dolido nada..? ¿Debo ir a un especialista para que me valore o esperar?
En definitiva, en este post me voy a limitarme a intentar responder de la mejor manera posible, a estas sencillas y a la vez frecuentes cuestiones que se hace toda persona cuando se encuentra en esta situación.
Sin embargo, para responder a todas estas preguntas debemos saber primero de que se trata la tendinitis
La tendinitis hace referencia a la inflamación de un tendón(1), que es la estructura que se encarga de unir el músculo al hueso, provocando como consecuencia dolor, limitación funcional y aumento de la sensibilidad
Las tendinitis pueden generarse como consecuencia de una sobrecarga o sobre uso del tendón, sin embargo, existe otros factores como:
- Presencia de una lesión previa de la zona.
- Perdida de la elasticidad de los tejidos por la edad.
- Movimientos repetitivos de la zona.
- Falta de estiramientos previos o posteriores a la actividad física.
- Intensidad y frecuencia de la actividad física.
Dentro de los síntomas característicos(2) de la tendinitis se destacan:
- Dolor e inflamación en la zona.
- Alteración funcional de la zona afectada.
- alteración de la sensibilidad
- El dolor empeora por las noches y al momento de realizar cualquier actividad que implique el movimiento de la zona afectada.
Cuando alguien tiene un proceso inflamatorio en estado agudo, es decir, cuando la lesión se acaba de producir, la zona esta caliente, roja e inflamada, es conveniente aplicar hielo sobre la zona.
El proceso de inflamación se genera precisamente como mecanismo para intentar curar los tejidos dañados, pero en algunas ocasiones el organismo tiende a exagerar este proceso inflamatorio, aplicando hielo en la zona en el momento de fase inflamatoria puede ser una buena recomendación para regular el proceso.
Personalmente recomiendo aplicar hielo inmediatamente después de haber sufrido la lesión ya que es ahí donde podemos intentar regular la inflación inicial.
La mejor aplicación en estos casos son períodos largos de 1 hora y con un frío moderado, lo que se trata es intentar abarcar lo más ampliamente posible el tiempo donde el organismo genera la respeta inflamatorio inmediata después de una lesión
En momento donde la lesión tendinosa esta en una fase opuesta a la aguda, una fase crónica, donde la lesión sigue estando pero no hay una inflamación evidente y la temperatura no es mayor que la de otra parte del cuerpo, se puede aplicar hielo con una filosofía completamente opuesta. En esta caso se caracterizará por aplicaciones cortas e intensas para generar un efecto secundario vaso-dilatador que aumenta la sangre a la zona haga que el organismos no se “olvide” de la lesión y ponga en marcha otra vez los mecanismos de reparación fisiológicos.
Según las últimas tendencias en el ámbito de la medicina deportiva, no se recomienda tomar medicamentos que corten el mecanismo inflamatorio ya que la ingesta pautada de medicamentos antiinflamatorios los días siguientes a la lesión pueden retrasar la recuperación del mismo.
Por otro lado, de la misma manera que se explica en el caso del hielo, puede ser recomendable tomar antiinflamatorios en la fase aguda, inmediatamente después de haber sufrido la lesión, para “regular el proceso inflamatorio inicial.
De la misma manera, también se observa un cambio de tendencia en el abordaje por parte de los Fisios y médicos deportivos en este sentido. Antes, se tendía a recomendar absoluto reposo para la gran mayoría de lesiones de carácter leve como puede considerarse a un eventual proceso inflamatorio tendinoso. Pero últimamente, en muchos de los casos de lesiones deportivas que no revisten de gravedad (no solo lesiones tendinosas, sino lesiones ligamentosas leves, musculares y/o articulares) se recomienda continuar con una actividad física regulada, realizar otro deporte de manera suave, donde no se solicite intensa y expresamente el tendón o estructura lesionada, puede ser beneficioso para mejorar los tiempos y el éxito de la recuperación.
Una pequeña y moderada tracción del tendón lesionado puede estimular la síntesis de diversas sustancias que mejoran los ritmos de recuperación. Como resultado, se obtienen mejores índices de recuperación en comparativa a permanecer un periodo de tiempo con una inmovilización (Donde se tiene que luchar con las rigideces y la pérdida de masa muscular consecuentes)
Evidentemente en estos casos siempre es necesario el asesoramiento de un profesional capacitado para recomendar el ejercicio alternativo, intensidades, tiempos, y otras indicaciones
Como sabemos las tendinitis surgen como consecuencia de un deterioro del tejido tendinoso, en general se suele determinar que el exceso de tracción sobre un tendón es la causa de que este se deteriore e inflame. Ciertamente, esta condición siempre esta presente dentro de la génesis de un problema tendinoso. Sin embargo, es preciso preguntarse ¿qué puede haber sucedido para que un tendón que ha aguantado correctamente las tracciones durante años, de repente deje de hacerlo y se deteriore? Debe haber unas serie de causas indirectas que hagan que el un tendón que hasta ahora había aguantado el ejercicio diario, claudique y se degenere.
Se pueden describir muchas causas, pero ente ellas destacaría dos:
- El desequilibrio muscular entre los diferentes músculos agonistas y antagonistas: En muchas ocasiones rigideces musculares y tensiones en los grupos musculares antagónicos pueden hacer que un tendón tenga que trabajar más de lo normal, y finalmente se produzca un lesión por estrés mecánico.
- Factores metabólicos: Como sabemos estamos regenerando nuestro sistema músculo-esquelético de manera constante. Especialmente en casos de deportistas, el organismo esta en continuo proceso de reparación para sustituir y reparar los daños que se generan como consecuencia el trabajo muscular diario, por lo tanto, nuestros tendones están siendo continuamente reparados por nuestro organismo, si hay cambios metabólicos generados por ciertos agresores externos (estrés mental, una alimentación inadecuada o ingesta de tóxicos como alcohol tabaco y otras sustancias nocivas) nuestro organismo no realizara de manera eficaz y eficiente estos procesos naturales de auto-reparación y por lo tanto será mas propenso a padecer lesiones músculo-esqueléticas.
En muchas ocasiones se suele pedir ayuda demasiado tarde, ya que se espera que que pasen semanas o incluso meses antes de acudir a un especialista, este hecho unido a las malas prácticas generadas por el desconocimiento, hacen que lesiones que no revisten de gravedad puedan llegar a serlo.
Por lo tanto, como siempre, recomiendo en todos los casos ir a un profesional especializado en el ámbito deportivo, para que os explore, trate, asesore. De esta manera podréis continuar realizado ese deporte o ejercicio que tanto os apasiona
Antes de terminar, me gustaría decir que, obviamente, el mundo de las tendinopatías es muy amplio(3) y por supuesto lo que comento en el post se tratan de consejos y generalidades que si bien, no pueden ser aplicadas a todos los supuestos (ninguna persona responde de manera completamente similar a ningún tratamiento, y no todos los procesos tendinosos son iguales, ni están en la misma fase) creo que pueden servir de ayuda y orientación para muchas personas.
Os comparto este vídeo en donde a continuación se explicarán 3 aspectos fundamentales que debes conocer acerca de la tendinitis y el tratamiento más ideal para emplear en caso de presentar esta patología.
- La tendinitis es la inflamación del tendón y estructuras adyacentes del mismo, que en consecuencia producirá una limitación del movimiento, dolor y aumento de la sensibilidad.
- Las tendinitis se presentan frecuentemente como consecuencia de una sobrecarga o sobre uso del tendón, sin embargo, también puede deberse a perdida de la elasticidad de los tejidos, intensidad y frecuencia de la actividad física, falta de estiramientos, etc.
- El síntoma característico de la tendinitis es el dolor que además produce una alteración de la sensibilidad y limita la funcionalidad de la zona.
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(1)https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD003674.pub4/full
(2)https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD003528.pub2/full
(3)https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1003525715300428